Cuando Cristóbal Colón salió hacia lo que él consideraba la India en un viaje desconocido, salió lo mejor preparado posible. Con las provisiones necesarias, estudios y conocimientos de navegación y la mejor tripulación que en su momento pudo conseguir. Navegó en aguas calmadas, aguas con viento a favor y en contra, además de aguas turbias. ¿Nos podemos imaginar el sentimiento de Cristóbal a lo largo de los meses en alta mar?, ¿Qué opciones tenía en las diferentes inclemencias del tiempo? Subir y bajar las velas, inclusive de vez en cuando sacar los remos, y a veces esperar.
Esta gran hazaña me hizo reflexionar… ¿Cómo están nuestros mares?
A principios de agosto nos mantuvimos “fuera” de una recesión técnica gracias un .05% de crecimiento económico en números preliminares de parte del INEGI.
- Nos encontramos con un tipo de cambio que experimenta cambios de más de 50 centavos en cuestión de un par de días por temas de la guerra comercial con Estados Unidos y China.
- Vemos un panorama donde la industria de la construcción en México tuvo un crecimiento negativo del 1.8% derivado a la poca o casi nula inversión pública en este comienzo de sexenio.
- 14 Funcionarios públicos de altos niveles han renunciado en los primeros 7 meses de esta “transformación”, entre los que destacan Carlos Manuel Urzúa Macías, Secretario de Hacienda Y Crédito Público; Gualberto Ramírez, de la unidad antisecuestros de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEISO); Germán Martínez, director general del Instituto Mexicano de Seguridad Social (IMSS);Josefa González Blanco Ortiz Mena de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales; El DoctorTonatiuh Guillén Comisionado del Instituto Nacional de Migración; Simón Levy como Subsecretario de Turismo;Guillermo García Alcocer presidente comisionado de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), etc. Y que, sin ser una reflexión política, tienen y tendrán un trasfondo que sí impacta a nuestra economía y mandan más señales en varios aspectos.
- Y en general se vive un ambiente de incertidumbre en el ámbito empresarial, donde también está el otro lado de la moneda y se ve la actual situación como un momento de oportunidad.
Expandiendo un poco el primer punto, una recesión en términos de economía es el resultado de dos trimestres consecutivos con crecimiento negativo, y se caracteriza por baja de la confianza de los consumidores y de los negocios, una baja en el nivel de empleo, la reducción de nuestro poder adquisitivo tomando en cuenta la inflación, baja en ventas y en producción.
Escuchando esto, no se antoja precisamente “Zarpar” en estos momentos. ¿Pero qué pasa si ya estamos en altamar? A muchos nos darían ganas de recoger nuestras canicas y salir del juego. Quizá hasta ha escuchado de personas que lo están vendiendo todo y se están saliendo del país, o mínimo están mandan su patrimonio fuera de México. Aplaudo también aquellos empresarios que ante esta actitud de vender todo y salir de México, dicen “si lo vendes te lo compro” porque aquí seguiremos apostándole a México.
Platicando al respecto con un cliente, me contestó después de una asesoría: “La situación no es para no hacer nada, si no actuar con la guía adecuada.”
Ahora, quisiera dar algunas recomendaciones generales para navegar en momentos económicos turbios.
Número uno, hay que tener un panorama global de toda la situación en general y ampliar nuestro plazo en el tiempo. Acuérdense que Cristóbal Colón partió hacia América, no hacia un placentero viaje de un fin de semana.
Para los que invierten en acciones puede ser un buen momento de tomar algo de utilidades, depurando las acciones que quizá compramos sin fundamentos sólidos y más por una corazonada, ejemplo: la oferta pública inicial que no despuntó o las acciones que te recomendó tu compadre.
Con esta toma de utilidades puedes hacer dos cosas: recortar un poco de deuda (sobre todo la de intereses altos) o mantener la liquidez en fondos de tipo conservador por si vemos un desplome en el mercado accionario, donde será un momento adecuado para salir a comprar de nuevo.
Esta liquidez también será una buena opción para salir a comprar bienes inmuebles en caso de una futura recesión inmobiliaria donde se vea una caída en los precios de los inmuebles.
Acciones que me gusta dejar en el portafolio en estos momentos entre otras, son de la industria de consumo básico, salud, y energía y las que constantemente pagan dividendos.
Si tu perfil es un más agresivo, posicionarse en corto en algunas acciones puede ser algo interesante a considerar.
Otra forma de diversificar es en metales: el oro y la plata se vuelven instrumentos de refugio en momentos de incertidumbre.
Invertir en instrumentos gubernamentales de largo plazo es una manera de darle un balance saludable a nuestro portafolio.
En resumen, pensar a largo plazo, tomar las cosas con serenidad, diversificar, tener un fondo de contingencia o aún mejor, de oportunidades futuras.
Sigue estudiando, preparándote y asesorándote constantemente, recuerda que como humanos todos buscamos el bien y tomamos las mejores decisiones con la información y conocimiento que tenemos en ese momento.
De esta manera Cristóbal Colón llegó a su destino, no salió a pescar atún ni ballenas, su meta era llegar con sus carabelas y su tripulación. Así también en estos momentos, si nuestra meta es conservación patrimonial, este puede ser una guía básica para lograrlo.
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