Curva de rendimientos de bonos ¿Por qué se invierte y qué representa?

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Los últimos meses hemos escuchado que la curva de los bonos del Tesoro estadounidense se invirtió, acción que según los expertos anticipa una recesión económica. Pero, ¿Qué es una curva de bonos invertida?, ¿Qué representa? Y ¿Cómo me afecta?

Iniciemos por lo básico. Un bono es deuda emitida y respaldada por el gobierno de un país. Cada bono tiene un precio, el cual pagará un rendimiento según el tiempo que un inversionista le preste el dinero al gobierno y los riesgos que implique la inversión. Entre mayor sea el plazo, 30 años por ejemplo, mayor será el premio que ganará el inversionista pues existe una mayor incertidumbre sobre lo que pasará en el futuro. A menor tiempo, un año, el rendimiento que recibirá el prestamista será menor, bajo el supuesto de que en un menor plazo las condiciones económicas permanecerán constantes.

Entonces en un mercado financiero normal, las tasas de los bonos a largo plazo deberán de ser mayores a las tasas de los bonos a corto plazo. Si graficamos lo anterior, se observaría una línea cóncava extendida (o curva de rendimientos) con las tasas que ofrecen todos los bonos en diferentes vencimientos. Bajo este supuesto, cuando ocurre lo contrario es una señal de alerta.

Cuando existe incertidumbre o baja confianza en la situación económica de un país, las tasas de interés que ofrecen los bonos empiezan a cambiar. Los inversionistas solicitan una mayor cantidad de rendimiento sobre todo en el corto plazo pues la incertidumbre es mayor, y a cambio de obtener liquidez, el emisor del bono ofrecerá pagar un mayor premio. Los inversionistas preferirán invertir en bonos a corto plazo pues obtendrán una mayor paga en un menor tiempo, dejando a un lado los bonos a largo plazo. Es así como los bonos a corto plazo pueden llegar a pagar una mayor tasa que un bono de largo plazo. A eso se le conoce como curva de bonos invertida pues la línea de rendimientos cambió de cóncava a convexa.

Este comportamiento ha tomado relevancia desde que Campbell Harvey, profesor de Finanzas de la Universidad de Duke de Carolina del Norte, publicó una investigación en 1986 donde vinculaba que el cambio en el comportamiento “normal” de los rendimientos de los bonos era el preámbulo de una recesión. En siete ocasiones que la curva se ha invertido, desde 1960 hasta 2007, posteriormente ha existido una crisis económica.

Situación actual:

Los últimos meses el tema ha vuelto a cimbrar a los mercados pues poco a poco la curva de rendimientos empezó a cambiar. Específicamente, el 7 de marzo del año en curso los rendimientos de los bonos estadounidenses a 3 meses sobrepasaron a la tasa de interés que ofrecía el bono a 5 años. Nueve días después, el rendimiento del bono a 3 meses superó al de 7 años y un par de días posteriores, al rendimiento de los bonos a 10 años. Desde septiembre de 2007 que no ocurría algo similar.

Lo anterior es el resultado de la actual desaceleración económica global derivada principalmente de la incertidumbre sobre el futuro de las principales economías del mundo. La guerra comercial entre Estados Unidos y China, así como la endeble economía de la zona euro y la eterna salida de Reino Unido de la Comunidad Europea han minado el desarrollo económico mundial observado los últimos años.

Imagen 1. Comparación anual de rendimientos de bonos del Tesoro estadounidense.

Tabla 1. Rendimientos de bonos estadounidenses.

En la imagen 1, obtenida de Bloomberg, la línea amarilla representa la curva de rendimientos que ofrecían los bonos estadounidenses el pasado 10 de octubre del 2018. La línea verde simboliza las tasas que generan los bonos al 10 de octubre de 2019. La línea amarilla muestra una curva de rendimientos normal, donde los bonos a corto plazo generan menor rendimiento que los bonos a largo plazo. En cambio, la línea verde simboliza una curva de rendimientos invertida, donde los títulos menores a un año generan mayor premio que los bonos a 10 años. En la tabla 1, se puede observar detalladamente cuanto es el premio que genera cada bono. La diferencia negativa simboliza que en 2019 los bonos ofrecen un menor rendimiento que un año antes.

¿Cómo nos afecta?

La simple noticia de la inversión de la curva de rendimientos generó pánico en el mundo financiero: los índices bursátiles cayeron bruscamente, el oro y el yen subieron su valor considerablemente (ante una mayor demanda de inversionistas al considerarse inversiones seguras) y el dólar, medido a través del índice dólar, retrocedió casi 2%.

A nivel personal, un inversionista podría verse afectado por lo anterior pues la noticia afectó a varios instrumentos financieros a nivel global, lo que podría generar resultados diferentes a los estimados previamente en los fondos de inversión en los que invierte su dinero. Además, el cambio en el comportamiento natural de las tasas de interés generará ajustes, posiblemente negativos, si un inversionista cuenta con fondo en renta fija.

Y anímicamente, la noticia de una curva de rendimientos invertida genera mayor incertidumbre sobre la economía futura, pues puede reducir los planes de inversión o financiamiento de inversionistas a nivel global, desacelerando la actividad económica de cada país, y por ende, del mundo.

Según la agencia Bloomberg, existe una probabilidad del 35% de que ocurra una recesión en Estados Unidos los próximos 12 meses, si bien la cifra no es elevada, si representa la mayor probabilidad desde septiembre de 2011. Pero esta probabilidad podría cambiar en los próximos meses.

Es importante que mientras tanto los consumidores e inversionistas tomemos decisiones adecuadas y en línea con el actual entorno económico, pues de lo contrario podríamos afectar nuestros bolsillos y a la propia economía nacional.