Se nos fue el primer año de gobierno y con ello viene el análisis, las comparaciones (que muchas veces son odiosas) y los resultados. Vamos a ver qué tal estuvo el recuento del año o mejor dicho, el recuento de los daños.
El 21 de septiembre fue el primer informe del gobierno de AMLO y durante los 95 minutos que habló fue aplaudido en 39 ocasiones. Aquí es donde entra la incógnita del porcentaje de aprobación del presidente, ¿en verdad es tan alto?, ¿solamente sus seguidores lo aplauden?, ¿qué dice la población en general?
Los principales temas que se tocaron fueron los siguientes: la creación de 300(,000) mil empleos y la reestructuración de casi 50(,000)mil créditos en Infonavit. También se mencionó que se abrieron 100 universidades públicas, y aquí algo interesante sería saber si en realidad funcionan o solo fue abrirlas por abrirlas. Otro tema que se tocó fueron las famosas becas, más de 10 millones de estudiantes y más de 8 millones de adultos mayores reciben una beca, habrá que ver si eso está ayudando a la economía o si únicamente está incrementando el clientelismo. Las exportaciones también se pusieron sobre la mesa, ya que se mencionó que respecto al mismo período del año anterior, crecieron por encima del 7%. La infraestructura no quedó atrás y se destinaron más de 42 mil 500 millones de pesos para la reparación y construcción de carreteras y caminos rurales. Otro tema importante que se mencionó, es que se redujo en un 50% el gasto en publicidad respecto al gobierno anterior, y vaya que se ve demasiada propaganda política. Uno de los temas con mayor atención fue el de la disminución de la cantidad de gasolina robada, pero lo que no nos cuadra es (¿)por qué si hay tanta mejoría respecto al robo de gasolina, Pemex sigue tan mal(?) ¿Seguirá siendo culpa de los gobiernos anteriores que saquearon la empresa paraestatal?
La verdad de las cosas es que, si bien, López tiene un porcentaje de aprobación muy alto, también ha ido decayendo. Comienzan a destaparse los seguidores que se han arrepentido de votar por él y cada vez se nota un poco más de descontento social, de hecho ya fue abucheado en un evento público, justamente en el estadio de béisbol al que fue invitado a lanzar la primera bola en el Estado de México, pero la realidad es que a pesar de esto y otras cosas, el presidente sigue teniendo su porcentaje de aceptación y aprobación por los cielos.
A lo largo del año han habido varios eventos que no ayudaron del todo al presidente; recuerdan el desabasto de gasolina y el tiempo que tardábamos (durábamos) en la fila para cargar aunque sea unos litros de combustible, o qué tal cuando se estuvo a punto de cancelar el evento de la fórmula 1, que dicho sea de paso volvió a ser un éxito rotundo y tuvo gran derrama económica. Y, se acuerdan de los bloqueos férreos en Michoacán o de las huelgas de las empresas maquiladoras en Tamaulipas. Del crecimiento económico mejor ya ni hablamos porque solo vamos a sentirnos impotentes. Y respecto al cierre de guarderías y estancias, mejor ya ni hablamos ¿cierto? Por si nos faltara algo, la tan sonada cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, pareciera que es una decisión sencilla y sin consecuencias, pero la verdad de las cosas, es que ha sido un tema muy delicado y comprometedor, mucha gente cree que pudiera ser una buena opción Santa Lucía (SL), pero también mucha gente cree que fue una mala decisión. El tiempo dirá quién tiene la razón pero hasta organismos internacionales han hablado en contra de llevar a cabo el proyecto de Santa Lucía por viabilidad, incluso por encima del problema del “Lago” de Texcoco. Por lo pronto SL sigue en “veremos”, ya que están en el estira y afloja los amparos y permisos para llevarlo a cabo.
Nuestro H. Presidente, últimamente ha estado también en la cuerda floja por temas como la Ley de Extinción de Dominio y las medidas fiscales que ha impulsado. Ahora resulta que (acordándonos de nuestro querido Sinaloa), es menos delito ser narcotraficante que tener algún error fiscal. Y ojo, no estoy defendiendo a los defraudadores del SAT, si alguien está haciéndolo con alevosía y ventaja tiene que pagar, pero ¿y si es un error del contador o de la misma persona física?
El tren maya, que si bien no está al 100% aprobado, tiene un avance muy significativo, este puede ser un detonante turístico, pero ¿a costa de qué? Habrá que ver si tiene la razón y esa decisión tan arriesgada le rinde buenos frutos a la economía mexicana.
Otra cosa que no le ha ayudado mucho es el apoyo a la refinería Dos Bocas, seguiremos apostándole a energía no renovable, cuando en los países más desarrollados tratan de utilizarlas lo menos posible.
Algo que muchos no entienden es el cómo se le hará para poder pagar la inmensa cantidad de becas y apoyos que se están otorgando sin aumentar los impuestos (tal como lo prometió el presidente), tendremos que ver si a largo plazo puede ser sostenible.
Si hay algo que ha ayudado a mantener la poca confianza que queda de los inversionistas en México, tanto extranjeros como nacionales, es que se ha mencionado en repetidas ocasiones que López mantendrá a Banxico como un organismo autónomo. Este es un tanque de oxígeno muy importante, tan importante que si se acaba, habrá que buscar a dónde ir… Mejor no doy ideas.
Para cerrar con broche de oro, el principal índice de nuestra bolsa de valores un mes antes de la toma de protesta del presidente, se encontraba en las 45 mil 446 unidades y el 31 de octubre de 2019, casi un año después cerró en 43 mil 337 unidades. ¿Qué nos indica esto?, ¿estamos en una crisis, o solo es una recesión?, ¿solo sucede en México o es una situación global?
Nadie tiene la bola de cristal en las manos ni sabe a ciencia cierta qué es lo que sucederá exactamente, pero la realidad (de las cosas) es que los hechos y las decisiones están ahí y los fundamentos económicos no mienten, habrá que ver cómo madura esta situación para saber si las decisiones que se tomaron, sobre todo en el último año en el país, fueron buenas o malas.
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