La competencia es clave en un sistema capitalista y en el entorno financiero, no es la excepción

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El poder elegir entre un refresco de cola u otro, entre un restaurante u otro, entre un destino de vacaciones u otro, es muy importante. Todos reconocemos la importancia de que exista la competencia.

En el mes de noviembre del 2019 a través de un comunicado la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), dio a conocer los procedimientos un tanto más laxos para poder cambiar el listado de la empresas colocadas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) hacia la Bolsa Institucional de Valores (BIVA) y viceversa. Esto con base a las modificaciones que se realizaron a las disposiciones del Artículo 15 Bis 1 fracción I de las «Disposiciones de carácter general aplicables a las emisoras de valores y a otros participantes del mercado de valores» de la ley del Mercado de Valores.

Haciendo un pequeño análisis de esta nueva regulación, es una manera en que sigue aprovechando la llegada de BIVA al mercado desde hace un poco mas de un año. Se puede ver a esto como cuando después de varios años con una compañía celular por fin se pudo llevar a cabo la portabilidad hacia otra compañía. En este momento, no es que subieran los números de líneas celulares en el mercado, pero sí fue una manera en que las empresas de telefonía celular se vieron en la necesidad de brindar un mejor servicio y bajar las tarifas de voz y datos. De igual manera, en la actualidad, desgraciadamente aún no se ve un crecimiento en el número de emisoras nuevas en el mercado ni ha habido una oferta pública inicial (IPO) recientemente.

En su inicio de operaciones, dentro de las metas iniciales de BIVA era enlistar más de 50 nuevas emisoras. Por lo pronto, aún están un tanto lejos de ello, pero se puede considerar que es un proceso a mediano plazo. Y si se considera el crecimiento del PIB en este año, con la lamentable inversión pública y privada de lo que va del año, pues no debe de ser una sorpresa que tampoco hubo poco interés en realizar una emisión empresarial en la bolsa que fuese.

Lo que sí es positivo es que con estos cambios se están sentando la bases para preparar el mercado con opciones a futuro para poder realizar nuevas colocaciones, más eficientes y económicas. Ya que desde su entrada al mercado, BIVA llegó con menores costos de listado y mantenimiento, tanto para emisoras como para las cuotas del listado de Fideicomisos de Infraestructura y Bienes Raíces (Fibras). Y en lo que va de su operación, también ha reducido las tarifas de mantenimiento de los Certificados Fiduciarios de Capital (CKDs y CERPIs) y de la deuda emitida a plazos mayores a un año para entidades del gobierno federal, estados y municipios. Además de que, para atraer a más empresas medianas, BIVA puso el valor de capitalización por debajo de lo que exige la BMV, ubicándolo entre los 500 millones de dólares y los 800 millones de dólares.

Ahora lo que yo vería interesante y lo vislumbro a futuro, siendo algo fenomenal para el crecimiento del país, es que con todo este esfuerzo, se vaya incrementando el acceso del público en general para poder invertir en este tipo de mercados a menores costos de operación y menores montos. En Estados Unidos hay plataformas donde por menos de cinco dólares de comisión, uno puede comprar y vender de una acción. Claro que estoy hablando del país con mayor cultura bursátil del mundo, pero la entrada de Nasdaq facilitó y ayudó en este crecimiento. Espero que en el futuro de México, no solo bajen los costos de las emisoras para permanecer a las bolsas, sino que también bajen las comisiones que las casas de bolsa cobran a sus usuarios. Y que estas también compitan en servicio y precio; lo cual se podrá reflejar en mayor crecimiento del mercado, más opciones para los inversionistas, más número de inversionistas en el mercado y un bien mayor a la economía.

De esta manera BIVA y la BMV no se van a preocupar por quitarle las empresas al otro, sino en ayudar a empresas emergentes a cotizar en la bolsa para darle más opciones al inversionista final, que es el público ahorrador. También es momento en que las empresas que han considerado salir a bolsa aprovechen la competencia entre BIVA y la BMV para que este proceso sea más rápido, económico y eficiente. Y de esta manera que sea el sector privado un pilar más sólido e importante en el crecimiento económico del país.