El peso mexicano llegó a cotizar en el mínimo histórico de 25.7847 unidades ante el dólar estadounidense al iniciar el mes de abril, pues el mercado percibió como insuficiente un plan de apoyo económico que anunció el presidente Andrés Manuel López Obrador para hacer frente a la semiparalización de la economía nacional. En ese momento, López Obrador dio a conocer una serie de medidas económicas, pero el anuncio decepcionó al mercado provocando la caída del peso en el mercado interbancario. El resto del mes, la moneda registró altibajos. Las principales razones por las cuales se mantuvo presionado fueron la caída en el precio del petróleo, la publicación de nuevos casos de contagios y muertes por Covid en Estados Unidos y algunos países europeos, los recortes en la calificación crediticia del país, los recortes en las proyecciones económicas para el año en curso y la falta de estímulos fiscales para las empresas mexicanas.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo y el G20 se reunieron convocados por Estados Unidos, para acordar una reducción del 23 % en la producción del crudo en conjunto y así tratar de impulsar su precio. Tras varios días de negociación, donde México se negó a recortar el porcentaje de producción solicitado, por fin se acordó un nuevo plan de recorte en la producción mundial por 9.7 millones de barriles por día a partir del 1ro de mayo. A pesar de que la solicitud de recorte de producción fue 400 mil barriles por día, México solamente reducirá 100 mil barriles por día. Sobre esos días, el petróleo WTI de Estados Unidos rondaba los 23 dólares por barril (dpb), mientras que la mezcla mexicana cotizaba en 16 dólares por barril.
Pero, posteriormente, el precio del petróleo cayó profundamente hasta números negativos, por temores de que la capacidad de almacenamiento físico del sector está acercándose a su tope. El precio del petróleo WTI cayó hasta -37.63 dpb, la mezcla mexicana bajó a -2.37 dpb y el precio del contrato a futuro para entrega en mayo, quien inició la tendencia bajista, descendió hasta -40.32 dbp. La Agencia Internacional de Energía declaró recientemente que estima que la capacidad de almacenamiento actualmente disponible podría saturarse a mediados del año.
Los recortes de calificación crediticia de México se extendieron en abril. Al inicio del mes, HR Ratings decretó que la nueva nota del país es BBB+ con perspectiva negativa. 15 días después, Fitch Ratings decidió bajar a BBB- con perspectiva estable y dos días después, Moody´s hizo lo mismo al ubicar la calificación soberana en Baa1 con perspectiva negativa, todas aún en la clasificación de grado de inversión. Por añadidura, se ajustaron a la baja la nota de Pemex, CFE, de la banca comercial, de desarrollo nacional, de aseguradoras y de las principales empresas mexicanas.
También continuaron los ajustes en las proyecciones sobre el crecimiento económico del país para el año en curso, Citibanamex es hasta ahora la institución más pesimista. Mientras que la Secretaría de Hacienda considera inclusive, en el mejor escenario, que la economía mexicana podría crecer ligeramente.
Banco de México anunció fuera de calendario, tres semanas antes de lo previsto, un recorte de su tasa de interés por 50 puntos. De esta manera, la tasa de referencia se ubicó en 6.0 %. Banxico también dio a conocer un plan de 10 medidas para proveer de liquidez al sistema financiero mexicano por 750 millones de pesos y estimó que la economía mexicana se contraerá un 5.0 % en el año en curso. Además, en apoyo al sistema financiero, Banxico realizó varias permutas de valores gubernamentales y ofreció en dos ocasiones colocación de dólares por un total de 10,000 millones de dólares a instituciones nacionales, los cuales forman parte de la línea de crédito Swap pactada con la Reserva Federal.
Durante la tercera semana del mes, López Obrador anunció un nuevo plan de 11 medidas generales para aumentar el presupuesto gubernamental en 622,556 millones de pesos para hacer frente a la crisis económica que enfrenta el país. El plan ajusta algunos gastos del gobierno, se posponen acciones y cancelan algunas subsecretarías, pero continuarán los programas sociales y de construcción prioritarios para la administración. El plan, nuevamente omitió algún programa fiscal para apoyo de las empresas por lo que una vez más decepcionó al mercado.
Hacia fin de mes, varios países anunciaron sus planes para reactivar a sus economías tras semanas de una baja actividad económica a causa de la crisis sanitaria del Covid-19 generando un importante descenso en la aversión al riesgo y generando una mayor demanda por instrumentos de renta variable y algunas monedas, incluido el peso mexicano. Italia, Nueva Zelanda, Alemania y España anunciaron algunas diminuciones en sus restricciones sociales. Alaska, Georgia, Tennessee, Texas y Carolina del Sur permitieron la apertura de algunos establecimientos; pero la publicación de una contracción económica en Estados Unidos, la Zona Euro y en México durante el primer trimestre del año, así como la publicación de una inmensa pérdida neta de Pemex provocaron que el peso se depreciara levemente para cerrar el mes en 24.1744 unidades.