Han transcurrido casi cuatro meses desde que empezó el confinamiento y apenas estamos presenciando los daños provocados por la pandemia. Un remedio infalible parece ser el endeudamiento para subsanar los estragos de esta crisis que se torna, cada día de inimaginables dimensiones.
La resiliencia juega un papel preponderante en la supervivencia de las empresas, pero las que sobrevivan tendrán que ingeniárselas para soportar lo que sigue. A esto hay que agregar el golpeteo político que hace más lento el rescate de las empresas. Por lo pronto, Jalisco es el centro de la polémica no solo por las manifestaciones, también por la deuda contraída por 6,200 millones de pesos para mitigar los estragos del Covid-19.
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