Si tomaste precauciones, te apegaste a tu presupuesto, te enfocaste en tus planes, midiendo riesgos, buscando cómo hacer crecer tu patrimonio, ¡felicidades!, Esta crisis solo viene a recordarte lo bien que has actuado ante estos temas. Pero, si por el contrario, nunca te preocupaste por ahorrar, tener un fondo de contingencia, no planeaste un presupuesto, vives al día y siempre pides a Dios que te saque de los problemas, pues evidentemente las crisis vienen a recordarte que no has hecho un buen trabajo.
Pero, en fin, el hubiera no existe. No podemos lamentarnos por lo que dejamos de hacer, pero sí DEBEMOS responsabilizarnos de aquí en adelante por lo que vamos a construir y recordemos que las crisis, problemas, imprevistos, cosas que no podemos controlar, aparecerán siempre y más vale estar prevenidos.
Hoy nos toca respirar profundo, detenernos, analizar con todos nuestros sentidos la situación que estamos viviendo.
Cuando sentimos miedo ante alguna circunstancia muchas veces lo primero que hacemos es entrar en pánico, paralizarnos o huir del problema.
Y la verdad es que debemos preguntarnos dónde estamos parados financieramente, que nos preocupa y por qué, cómo protegernos y cómo salir adelante. Debemos informarnos para estar mejor preparados y sobre todo recordarnos todo el tiempo que no hay mal que dure cien años, esto, como todo, va a pasar.
En seguida tienes que reorganizar tus finanzas, define metas, que quieres lograr, en cuánto tiempo y cuánto te va a costar, presupuestar será tu mejor aliado.
Trabaja en un plan B para seguir ganando dinero, para muchas personas viene como un shock que su primera fuente de ingresos está detenida o reducida y nuestro primer instinto es tratar de conseguir otros ingresos y buscar alternativas. Analiza cómo reconducir tus talentos, nuevas creaciones o actividades, hazlo incluso si mantienes tus ingresos, te dará seguridad.
Si aún tienes ingresos, cuídalos. Es momento de generar ese ahorro para emergencias que tanto ayuda, aprovecha ese dinero que estás ahorrando en gimnasio, celular, gasolina, salidas a restaurantes, reuniones, etc.
Y lo más importante, no te desanimes. Hay historias muy tristes de cómo las personas están perdiendo sus negocios, sus empleos, hay demasiada información por todos lados y por lo regular no es muy positiva, por supuesto desanima, pero piensa que no tienes de otra más que salir adelante, necesitas pensar en cómo le vas hacer para que eso suceda, lamentarnos, echarle la culpa al gobierno o a alguien más no tiene caso, es lo que hay y debemos hacer lo mejor con lo que tenemos.
¡Así que arriba y adelante, puedes hacerlo!
Suscríbete a nuestro Newsletter
Mantente actualizado de las últimas ediciones.