Medidas económicas “Made in México” para enfrentar la crisis

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Como es bien sabido por todos, el coronavirus ha sido letal, pero no solo en
temas de salud, sino también repercutiendo en el ámbito económico, nacional e internacional. Si bien el virus solo ha infectado a una pequeña parte de la población mundial, hablando del tema económico, la afectación ha sido para todo el mundo.

Desde países que cerraron sus fronteras al turismo y al comercio internacional, hasta pequeños negocios que tuvieron que cerrar sus puertas (por un tiempo o para siempre) debido a la contingencia y con ello, lo inevitable: tanta gente perdiendo sus empleos y otra más percibiendo un salario menor, que muchas veces ni para las necesidades básicas alcanza.

Ahí es donde se presenta un efecto dominó que causa mucho temor e incertidumbre, al no tener un ingreso o verse disminuido el mismo, la gente deja de pagar su renta, sus créditos, bajan sus niveles de consumo, por poner algunos ejemplos y esto se convierte en el cuento de nunca acabar: el crecimiento económico cada vez con pronósticos más negativos, la desesperación en aumento, la inseguridad empujando al alza, etc.

La “buena noticia” es que no somos los únicos. Esto es algo que está sucediendo en todo el globo terráqueo y cada país está tomando sus decisiones para salir adelante de esta situación tan azotante, incómoda y frustrante. Algunas decisiones tomadas parecen ser buenas, algunas malas, algunas más arriesgadas que otras. Dentro de unos años nos daremos cuenta qué país tomó las mejores decisiones y aprenderemos de ello, ya que esta situación pasará a la historia como una crisis muy fuerte. La última crisis económica fuerte que vivimos fue la del 2008-2009, de
la cual, hoy en día podemos encontrar libros, películas, documentales, historias (de todo tipo), etc.

Nos enfocaremos en las decisiones que se están tomando en México para poder salir bien librados de esta crisis; juzgue usted si son buenas decisiones o no y a dónde nos llevarán en un futuro. Además, esta crisis toma al país en un momento crucial con el cambio de gobierno y con ello el cambio de modelo económico que en su primer año registra una contracción del 0.1 % en la tasa de crecimiento del PIB, según informa el INEGI. Una medida que ha tomado México siguiendo el ejemplo de algunas economías avanzadas, es la de bajar su tasa de interés de referencia. Al momento de escribir este artículo, la tasa en México se encuentra en 5.50 % y estoy seguro que esa tasa será menor al cierre del año en curso.

Entre las acciones enlistadas para el poder ejecutivo federal podemos encontrar que no habrá incremento de personal, pero no harán despidos, se cancelaron diez subsecretarías, se pospusieron las acciones y el gasto del gobierno, con excepción de algunos programas dentro de los cuales se encuentran los tan sonados proyectos: Tren Maya, Jóvenes Construyendo el Futuro, Dos Bocas, Aeropuerto Felipe Ángeles, por mencionar algunos.

Otra acción en la cual se hizo mucho hincapié fue la del “trato excepcional” a la Guardia Nacional y secretarías de Marina y Defensa Nacional.

Como medida económica se mencionó la entrega de tres millones de créditos dirigidos a la población más necesitada y clase media. La parte que más se puntualizó, fue con la promesa de no aumentar el precio de los combustibles, no aumentar los impuestos y sobre todo no endeudar más al país. «Vamos a demostrar que hay otra forma de enfrentar la crisis sanitaria, la crisis económica, o de cualquier índole, cualquier tipo de crisis, siempre y cuando no se permita la corrupción, se fortalezcan valores y principios como el del humanismo y se gobierne para y con el pueblo», apuntó el presidente.

También mencionó que la Secretaría de Hacienda dispondrá de los recursos necesarios para cumplir cabalmente con la entrega de participaciones federales a estados, pago de nómina, pensiones, amortización y servicio de deuda pública; “no se podrán utilizar, sin permiso de Hacienda, recursos o fideicomisos. La SHCP en un plazo no mayor de 180 días contados a partir del presente decreto llevará a cabo las adecuaciones de carácter presupuestal que en su caso se requieran”, expuso. El talón de aquiles del presidente, como lo ha sido a lo largo de su mandato es el sector empresarial. Los empresarios no se sienten cobijados ni respaldados por el mandamás. Hay una gran cantidad de empresas, principalmente pequeñas y medianas, que han tenido que cerrar por la crisis de liquidez ocasionada por el coronavirus y por la falta de apoyo del gobierno.

El director de la Coparmex, Gustavo de Hoyos comentó al respecto: “Lo más grave es que nunca recibimos respuesta, este silencio e inacción por parte del gobierno federal sigue afectando a los mexicanos; sigue generando más pobreza. Cada minuto que pasa, ocho mexicanos han perdido su trabajo, a ese ritmo es la hemorragia económica”. “Mientras países de las economías más diversas como Colombia y Trinidad y Tobago, por poner un ejemplo, están subsidiando salarios o exentando pagos de seguridad social para que las personas no pierdan su empleo, en México no se está haciendo nada”, expuso Mariana González, economista y politóloga. Quien también señala que no hay mucha voluntad del gobierno para promover recursos fiscales.

En Argentina el gobierno exentó los pagos de impuestos a los sectores gravemente afectados por la pandemia; en Brasil se otorgó un subsidio del 60 % del salario a trabajadores informales, independientes y de familias vulnerables; en Uruguay se cubrirá a quienes empleen más de diez personas con el 70 % de los salarios en los sectores minorista, de servicios, turismo y restaurantes; en China hay subsidios al salario y se estableció una tasa máxima de despido del 20 %; en Estados Unidos también hay apoyos al salario y a los empleadores, todo esto solo para poner en contexto lo que sucede alrededor del mundo.

La Organización de las Naciones Unidas estimó que la economía mundial podría verse reducida en un 3.2 % en 2020 debido a la pandemia del coronavirus. También advirtió que millones de personas caerán en la pobreza.

Mientras, en Banco de México los escenarios que contempla para el crecimiento económico del país en 2020 van entre una caída del 4.6 % y una caída del 8.8 % en su escenario más pesimista. Y para el 2021 pronostica entre una caída del 0.1 % y un crecimiento del 4 %, en su escenario más optimista.

Al final del día, el escenario de una caída tan fuerte en el crecimiento económico del país, es el fruto de la falta de un plan financiero y fiscal para responder ante la difícil situación. El costo de la crisis lo terminaremos pagando, como en todas las crisis, los trabajadores y el sector empresarial, es decir, las empresas y los hogares.