El peso mexicano cerró el séptimo mes del año con una importante fortaleza al apreciarse un 3.23 % o 72 centavos ante el dólar estadounidense, por una debilidad de éste y por expectativas sobre el desarrollo de una vacuna contra el SARS-CoV-2.
El Índice Dólar, la mejor manera de medir el desempeño del dólar estadounidense, bajó 4.05 % en julio, hasta cotizar en el mínimo de 92.546 unidades, nivel no visto desde mayo de 2018 ante una mejoría en algunos indicadores macroeconómicos (manufactura y empleo), después de varios meses de constantes caídas, lo que genera la confianza de que su economía estaría empezando a recuperarse a pesar de que varios estados continúan con importantes incrementos de casos de COVID-19. La constante recuperación de los principales índices bursátiles estadounidenses también ha disminuido el atractivo de invertir en dólares. Por último, el actual nivel de la tasa de interés de referencia de la Reserva Federal, el más bajo de la historia, mantiene presionado el valor del dólar a la baja.
A mediados del mes se dio a conocer que la Unión Europea acordó un plan de estímulo económico para ayudar a su región a reponerse de la actual crisis económica. El plan de reconstrucción es de 750,000 millones de euros, factor que impulsó el valor del euro y debilitó aún más al dólar.
Respecto a los avances en el desarrollo de una vacuna contra el COVID-19, las alianzas BioNTech-Pfizer y AstraZeneca-Universidad de Oxford, han demostrado resultados positivos en los primeros ensayos realizados en humanos. La empresa Moderna recientemente publicó que su vacuna experimental indujo una respuesta inmune y protegió contra la infección en un estudio en monos. Tanto BioNTech como Moderna lanzaron un estudio global para evaluar los resultados, por lo que si los resultados son positivos se podría aprobar la distribución de la vacuna antes que finalice el año.
Mientras tanto, los estados de Arkansas, Florida, Montana y Oregon en Estados Unidos reportaron un récord de muertes a causa del SAR-CoV-2. En California y Texas continúa elevándose la cantidad de contagios, al igual que en México, Brasil e India. Nueve países europeos, incluido España (en donde los gobiernos de Alemania y Reino Unido han aconsejado a su población de no viajar o ponerse en cuarentena después de regresar de viaje), se han observado signos de una segunda ola de contagios.
Por último, las diferencias políticas entre Estados Unidos y China mantienen al mercado alerta. Los puntos de desacuerdo entre ambas naciones van desde la aplicación de una nueva ley de seguridad en Hong Kong, la posible interferencia de la negociación de una fase dos del acuerdo comercial firmado por ambos países, debido al mal manejo del COVID-19 que realizó el país asiático, según Estados Unidos y la restricción de visados en Washington a empleados de tecnológicas chinas y la posible prohibición de miembros del Partido Comunista de China y de sus familias en territorio estadounidense. El último evento que ha puesto en dudas la relación bilateral fue la orden estadounidense de cerrar el Consulado chino en Houston, argumentando la necesidad de proteger su propiedad intelectual e información nacional. En respuesta a lo anterior, China ordenó a Washington cerrar su consulado en la ciudad de Chengdu.
Al cierre de mercado de la última jornada del mes, la agencia Fitch Rating rebajó de estable a negativo la perspectiva de la nota crediticia de Estados Unidos, citando un deterioro en las finanzas públicas del país y la ausencia de un plan de consolidación fiscal contable. Mantuvo la calificación del país en “AAA”.
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