La situación económica de un país, su política monetaria y fiscal, la facilidad para hacer negocios, su sólido sistema financiero y una amplia oferta bursátil, establecen las bases para que dicho país sea atractivo para atraer el capital de inversionistas extranjeros.
México como destino de inversión extranjera en cartera, tomó popularidad a finales de 2008, cuando la crisis subprime que inició en Estados Unidos alejó a los inversionistas de países desarrollados y beneficiando a economías emergentes, las cuales ofrecían una mayor tasa de interés para sus inversiones a diferencia de países como Estados Unidos, Alemania o Reino Unido.
En consecuencia de la crisis económica actual derivada por la pandemia mundial, los portafolios de los inversionistas extranjeros que tenían parte de su capital en México se ajustaron bruscamente, al igual que en el resto del mundo.
Según Banco de México durante el primer semestre del año, los extranjeros retiraron del país un total de 44,257 millones de dólares en inversiones de renta variable, siendo marzo el mes de mayor salida de capital.
Al comparar la salida de capitales de extranjeros que estaban invertidos en renta variable nacional, en los primeros seis meses de 2020 con el mismo periodo pero del 2019, se observa un descenso del 28 % o 185,376 millones de dólares menos.
Hasta junio del año en curso, los inversionistas no residentes en México se deshicieron de 14,235 millones de dólares en inversiones en valores gubernamentales, la mayor salida de capitales en el rubro para el primer semestre de un año desde 2009, según Banco de México. En dicho periodo, los títulos que fueron los menos atractivos para los extranjeros fueron principalmente los bonos mexicanos, pues se registró una salida de 8,857 millones de dólares o el 62 % del total de inversiones en renta gubernamental, ajuste nunca antes registrado. En cuanto a los Certificados de la Tesorería, se registró una salida por 4,765 millones de dólares. El resto de títulos fueron inversiones de Udibonos, Bondes y Bonos de Protección al Ahorro.
Dicho evento se podría comparar con una salida de capitales que ocurrió hace cinco años, cuando los inversionistas extranjeros se alejaron de los Certificados de la Tesorería ante un escenario de una baja tasa de referencia de Banco de México, (entre 3.0 y 4.25 %) y una fortaleza del peso ante el dólar durante 2016 tras varios meses de depreciación.
Por otro lado, la inversión extranjera directa, aquella inversión que realizan los extranjeros a largo plazo en territorio mexicano, sumó 17,969 millones de dólares durante el primer semestre del 2020, una reducción del 13.6 % en comparación con el mismo semestre pero de 2019; la menor captación para un primer semestre desde 2012. La reducción semestral fue el reflejo de la caída del 39.4 % en las nuevas inversiones y del 39.9 % en las reinversiones. Destaca un importante incremento en las cuentas entre compañías, (préstamos de empresas matrices a filiales) por 5,535 millones de dólares entre abril y junio, lo que provocó que la Inversión Extranjera Directa no cediera más a pesar de la desaceleración económica global.
Si bien, pareciera que el peor escenario de aversión al riesgo e incertidumbre por la pandemia ya pasó, aún no es un hecho. Por lo tanto, aún no podemos declarar que ya se observó la mayor fuga de capitales del país, existen varios factores externos como las próximas elecciones estadounidenses, el acuerdo comercial de Reino Unido con la Euro Zona (Brexit) y los altos niveles de deuda (y sus consecuencias), que las principales economías globales y México, deberán de afrontar tras el paso de la pandemia.
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