El peso mexicano cerró el noveno mes del año con una pérdida del 0.99% dejando atrás dos meses de recuperación.
Durante septiembre sobresalió una sorpresiva y momentánea fortaleza del peso, que fue beneficiado por una debilidad del dólar a nivel global y por expectativas de que el Banco de México podría dejar de recortar su tasa de interés. Posteriormente, la aversión al riesgo por los acelerados casos de contagios en Europa provocó una nueva debilidad en el peso.
La corta tendencia positiva de la moneda nacional inició cuando el INEGI dio a conocer que la inflación al consumidor subió a 4.05% en agosto, cifra superior a la meta del 3.0% más/menos un punto porcentual estipulada por Banco de México. Con esto, se empezó a apostar que el banco central mexicano, liderado por Alejandro Díaz de León, tendría poco espacio para continuar bajando su tasa de interés. Recordemos que fue en agosto del 2019 cuando Banxico empezó a ajustar a la baja su política monetaria. De hecho, el pasado 24 de septiembre, el banco central recortó su tasa de interés solamente 25 puntos base, los cinco reuniones previas realizó recortes de 50 puntos base cada uno para ubicar su tasa de referencia en 4.25%. En su reporte final, la institución dijo que tienen un espacio disponible limitado, por lo que la política monetaria dependerá de “la evolución de los factores que inciden sobre las perspectivas de la inflación y sus expectativas, incluyendo los efectos que en ambas pudiera tener la pandemia”.
La fortaleza del peso continuó durante varias jornadas hasta que llegó a cotizar hasta a 20.84 unidades, nivel no visto desde marzo pasado. Posteriormente, el peso rebotó por factores técnicos y por una toma de utilidad para continuar debilitándose ante el dólar.
El incremento de nuevos casos de SARS-CoV-2 en Europa provocó nuevamente aversión al riesgo, pues varios países tuvieron que ordenar confinamientos una vez más para tratar de contener una segunda ola de contagios. Lo anterior generó nuevos ajustes en el mercado financiero: el dólar americano se fortaleció, el oro y el petróleo cayeron, mientras que la renta variable detuvo su senda alcista y registró un importante ajuste recientemente. Por ejemplo, en España se estableció un confinamiento selectivo en algunas zonas de Madrid. Reino Unido implementó nuevas restricciones en restaurantes y pubs y orientó a trabajar desde casa a aquellas personas que pueden. Noruega, Polonia, Alemania y Francia ajustaron medidas sociales y de salubridad para combatir el virus. En Estados Unidos, recientemente siete estados registraron niveles máximos de contagios.
El Índice Dólar, la mejor manera de medir el valor del dólar, llegó a cotizar hasta en 91.746 puntos el pasado 1 de septiembre, nivel no visto desde abril de 2018. El resto del mes, el Índice Dólar registró una recuperación, sobre todo después del 21 de septiembre cuando se aceleró la incertidumbre respecto al futuro de la economía global.
Por último, el mercado está atento a quien podría ganar carrera en las elecciones presidenciales en Estados Unidos. A finales de septiembre se realizó el primer debate entre el candidato demócrata, Joe Biden y el presidente actual, el republicano Donald Trump. Se registró un aumento de la volatilidad en los mercados después del caótico primer debate, pues se incrementó el temor a una disputa en el resultado de las elecciones lo que generaría un desordenado traspaso del poder.
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