¿Qué prefieres, $100 hoy o $100 en un año? Las finanzas nos dicen que siempre (o casi siempre) vale más el dinero hoy que el día de mañana, por lo que la respuesta sería tomar el dinero hoy. Pero, ¿por qué? La respuesta se llama inflación.

El 4 de abril de 1995, unos meses después del histórico “error de diciembre”, mediante un decreto del entonces presidente Ernesto Zedillo, se crea la UDI, Unidad de Inversión, con una equivalencia de 1 peso = 1 UDI. Hoy, 25 años después la UDI tiene una equivalencia de $6.51 por unidad de inversión. La UDI fue creada con el propósito de mantener el valor del dinero en el tiempo, y principalmente el de las deudas. Recordemos que, en la década de 1990, México sufrió un difícil periodo de inflación, esto es, la perdida constante del valor del dinero en el tiempo. Palabras más simples, cada día se podía comprar menos con la misma cantidad de efectivo.

Al crearse las UDIS, se podían denominar obligaciones y deudas, además de depósitos bancarios en unidades de inversión que se actualizarían diariamente, por lo que el dinero, ya sea que se debiera o se tuviera invertido, no perdiera su valor.

La UDI se utiliza hoy en día en diversos ámbitos económicos y financieros de nuestra vida diaria, el más común es en los seguros de vida. Y es que la idea de que nuestro dinero siempre valdrá lo mismo en 5, 10 o 30 años, puede parecer en una primera impresión una excelente estrategia de inversión. La realidad es que no.

Al momento de invertir, un factor fundamental es el llamado “benchmark” o comparativa de rendimiento. El “benchmark”, nos indicará si nuestra estrategia de inversión fue mejor, igual o peor en función a una referencia. La idea central en una estrategia de inversión, por supuesto es siempre superar la referencia. Por ejemplo, imaginemos que invertimos en acciones de la Bolsa Mexicana de Valores, cuyo indicador de referencia más importante es el IPC (Índice de Precios y Cotizaciones), entonces digamos que, en el 2019, el IPC obtuvo un rendimiento del 19% y nuestra estrategia de inversión rindió un 13%. El IPC sería nuestro “benchmark” y concluimos que nuestra estrategia fue mala, porque no logramos superar el IPC.

Ahora bien, existe un “benchmark”, una referencia que siempre debemos de tomar en cuenta al momento de invertir y es… la inflación. Toda estrategia de inversión debe comenzar por buscar superar a la inflación, que en nuestro país es medida a través del INPC (Índice Nacional de Precios y cotizaciones). La UDI se actualiza justamente todos los días, con referencia al INPC, es decir, lo que suba la inflación, el precio de la UDI lo reflejará, por lo que nuestro dinero siempre valdrá lo mismo.

Y aquí la cuestión principal, ¿hace sentido una estrategia de inversión donde realmente nunca superes a la inflación?, es decir, que no vas a perder, pero tampoco vas a ganar, en términos reales. La tasa real, se le llama al rendimiento obtenido de una inversión descontando la inflación, por eso se llama “real”). Eso es lo que pasa con la UDI.

Desafortunadamente en México la UDI se ha utilizado en la gran mayoría de productos de ahorro y protección de aseguradoras y no está mal, ya que brinda estabilidad y seguridad, pero cuando se ahorra en planes o seguros con periodos de más de 10 años, algunos vitalicios y esto referenciado en UDIS, mi opinión es que se está pagando un costo de oportunidad altísimo, tu dinero nunca crecerá en términos reales.

Una opción muy interesante que nos aporte la seguridad y estabilidad de las UDIS, pero con mejor rendimiento, pueden ser los UDIBONOS, bonos emitidos por el gobierno federal, que están denominados en UDIS y que al ser bonos, pagan una tasa real.

Otra opción que puede dar certidumbre y ha superado al rendimiento de la UDI en amplios periodos, ha sido el dólar estadounidense. Los últimos 10 años, la UDI pasó de $4.34 a $6.53, un incremento del 50%, mientras que el tipo de cambio pasó de 13.05 a 21.60, lo que significa un rendimiento de más del 65%.

En conclusión, la inflación es el primer objetivo para superar en cualquier estrategia de inversión. También es recomendable que, si tenemos un horizonte a largo plazo, busquemos rendimientos reales, incluso en otras monedas. Nos leemos pronto.