Aprende a diferenciar, para saber adquirir una deuda

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Sabemos que en este país la falta de cultura financiera es evidente y la falta de este valioso conocimiento ha llevado a personas, familias e incluso empresas a la ruina económica. Y para rematar cae esta pandemia, que vino a empeorar las cosas haciendo que muchas personas se endeuden de mil formas sin siquiera pensarlo; deudas para comer, pagar rentas de sus negocios, pagar hipotecas, rentas de sus casas y departamentos, en fin, se endeudan para continuar a corto plazo, ya que muchos perdieron su fuente de ingresos inmediata.

En estos momentos no vamos a juzgar, pero sí es importante recordarles que una buena administración financiera hubiera hecho la diferencia ante esta situación.

Por otro lado, es importante saber diferenciar entre crédito y préstamo personal, para saberlos utilizar. No siempre es malo endeudarse y tampoco es impensable hacerlo cuando la crisis está en todo su apogeo.

A veces, aunque usted no lo crea, es muy buen momento. Por ejemplo, para las personas que ya estaban buscando comprar una vivienda, que tienen sus ahorros para el enganche, sus finanzas en orden, etc. Los créditos hipotecarios están con tasas de interés muy bajas, hasta de 7.5% cosa que no se ve normalmente. Entonces, alguien que iba a pagar tasas del 9 o 10%, sin duda, esta pandemia les cayó como anillo al dedo. Obviamente hablando solo de ese tema, porque está clarísimo que de ninguna manera está padre lo que está sucediendo.

¿Qué es un crédito?

La palabra crédito por su etimología (del latín credo, credere – confiar, creer), hace referencia a la confianza. El crédito, es un acto a través del cual una persona o entidad confía dinero a otra persona por un tiempo determinado. Una vez que el plazo de tiempo haya transcurrido, la persona que recibió el dinero debe devolverlo con un interés.

¿Qué es un préstamo?

Es la operación financiera en la que una persona u entidad entrega a otra persona una cantidad fija de dinero al comienzo de la negociación, con la condición de que el prestatario devuelva dicha cantidad, junto con unos intereses pactados en un plazo de tiempo determinado.

¿En qué momento utilizar un crédito o un préstamo?

Una de las principales diferencias es que los préstamos suelen concederse para financiar la adquisición de un bien o servicio en concreto: un coche, estudios, una reforma en casa, etc. Los intereses se cobran sobre el total del dinero prestado. El préstamo suele ser una operación a medio o largo plazo y la amortización normalmente se realiza mediante cuotas regulares, mensuales, trimestrales o semestrales. De este modo, el cliente tiene la oportunidad de organizarse mejor a la hora de planear los pagos con respecto a sus finanzas personales.

Los créditos sirven más para cubrir desfases entre cobros y pagos y para afrontar períodos pasajeros de falta de liquidez. Los intereses suelen ser más altos que los de un préstamo, pero solo se paga por la cantidad utilizada. Al término del plazo, el crédito admite la posibilidad de renovación y ampliación cuantas veces se necesite del máximo disponible.

Así que, si estás pensando en endeudarte en estos tiempos, haz un alto en el camino y valora si es de vida o muerte, analiza muy bien para qué lo necesitas, cómo está tu situación actual y trata de visualizar cómo se pondrá el panorama para ti en los próximos meses. Piensa, tal vez sea más factible recortar gastos, cambiar malos hábitos de compra, revisar tus gastos hormiga o bajar tu nivel de vida por un tiempo a endeudarte y que después salga contraproducente.