El apalancamiento: un arma de doble filo

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“Dame una palanca y moveré al mundo”, es una frase que se le atribuye al griego Arquímedes, quien hoy, 1700 años después nos recuerda una valiosa lección: el poder del apalancamiento. En finanzas, también existe este concepto y en una definición simple podemos decir que el apalancamiento financiero es la utilización de crédito (deuda) en una operación, con el objetivo de aumentar las ganancias.

Veamos un ejemplo práctico: Juan tiene $200,000 que utiliza como enganche para comprar una casa cuyo valor es de 1 millón de pesos, los $800,000 restantes, los obtiene mediante un crédito hipotecario a una tasa del 10% anual. Al cabo de un año, Juan vende la casa a María por $1,200,000. Hagamos las matemáticas: $1,200,000 (precio de venta), menos $880,000 (deuda más interés), dejan una utilidad de $320,000.

Los $200,000 de Juan le dieron un retorno de 160% en un año (320,000/200,000). Si Juan hubiera comprado la casa de contado ($1,000,000 MXN) y la vende a María ($1,200,000), solo hubiera obtenido un 20% de rentabilidad. Ese es el poder del apalancamiento.

Pero el apalancamiento financiero también puede hacer más grandes las pérdidas y es lo que sucede la mayoría de las veces: María tiene una tarjeta de crédito en la cual tiene una deuda de $100,000, pero ella gana solo $20,000 al mes. Adicionalmente compró un auto a crédito por el que debe $300,000. Cada mes paga $5,000 de intereses entre ambos créditos, que representan el 25% de sus ingresos. La pandemia por coronavirus ha afectado fuertemente a la empresa donde trabaja y la dirección general realiza una reducción de sueldos del 30% para todos. María ahora gana $14,000 al mes y el interés que paga mensualmente ahora representa el 35.7% de sus ingresos. En este caso María tiene “un grado importante de apalancamiento” o en términos más prácticos: está muy endeudada.

Si entendemos y utilizamos a nuestro favor el apalancamiento financiero, podemos incrementar sustancialmente nuestro patrimonio. Me gustaría compartirte los mejores indicadores financieros para que puedas medir tu grado de apalancamiento:

Liquidez básica: mide tu capacidad de respuesta ante emergencias.
Fórmula: efectivo disponible/gasto fijo mensual.
Se recomienda un resultado mayor a 3, que significa tres meses de “colchón” para imprevistos.

Deuda a activos: compara el total de deudas con el total de tus activos.
Fórmula: deudas/activos x 100.
Lo recomendable es tener 50% o menos.

Deuda a ingreso: mide tus deudas totales frente a tus ingresos.
Fórmula: pago mensual de deudas/ingreso total.
El resultado te dirá cuántos centavos de cada peso que ganas destinarás para pagar deudas.

Patrimonio neto: indicador fundamental de unas finanzas personales sanas y que expresa en términos monetarios tu riqueza neta.
Fórmula: total de activos – total de pasivos.
¿Estás en números positivos o en bancarrota?

Capacidad financiera bruta: mide los ingresos y los gastos fijos excluyendo el pago de deudas mensuales.
Fórmula: 1 – (gastos fijos/ingreso neto).
Este número entre más alto es mejor.

¡Nos leemos pronto!