Durante febrero, el peso mexicano registró una importante volatilidad para finalizar en 20.5744 unidades ante el dólar estadounidense, lo que representa un retroceso del 1.27%, sumando dos meses consecutivos de debilidad. En febrero, la moneda mexicana llegó a debilitarse hasta a 21.0477 pesos por dólar, el menor nivel desde la primera semana de noviembre del 2020.
Fueron varios los factores que influyeron en la moneda nacional. Pero a grandes rasgos, hasta la primera quincena del mes, el peso logró apreciarse hasta a 19.89 unidades beneficiado por un descenso en valor del dólar estadounidense con un mercado a la espera del nuevo paquete de apoyo económico en Estados Unidos. El resto del mes, el peso se debilitó considerablemente por un resurgimiento en la aversión al riesgo provocado por temores de un repunte en la inflación estadounidense lo que provocaría que la Reserva Federal aumente su tasa de interés frenando la endeble recuperación económica actual. La crisis de energía que sufrió el sureste de Estados Unidos y el norte de México, así como el avance en una propuesta de reforma de ley a la industria eléctrica también presionaron al tipo de cambio.
Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años llegaron a subir hasta a 1.523%, en agosto del año pasado el rendimiento que ofrecían rondaba los 0.63%. Un mayor rendimiento en bonos estadounidenses ha provocado una venta sostenida de bonos del gobierno mexicano denominados en pesos, conocidos como MBonos por parte de inversionistas extranjeros, generando aún más presión a la moneda nacional.
A inicios de febrero, los líderes demócratas Nancy Pelosi de la Cámara de Representantes y Chuck Schumer del Senado, presentaron una resolución para el presupuesto de este año fiscal, el cual podrían aprobar partes del paquete de ayudas económicas de Biden sin necesitar los votos de los republicanos. Si ambas cámaras aprueban sobre cuánto y en qué aspectos gastar, las propuestas se recogen en un mismo proyecto de ley que será enviado directamente al presidente. El proyecto fue aprobado en la Cámara de Representantes y al momento de escribir estas líneas se discute en el Senado. El plan presentado por la Administración de Joe Biden incluye cheques directos por valor de 1,400 dólares, un bono de desempleo semanal de 400, una asignación anual por hijo de 3,600 y miles de millones de dólares para los gobiernos locales, escuelas y para distribuir las vacunas contra la COVID-19, cuando el país supera el medio millón de muertos. Se espera que el proyecto de ley esté listo antes del 15 de marzo, cuando terminará el actual programa de apoyo económico.
Mientras que Andrés Manuel López Obrador, presidente de México, convalecía por SARS-CoV-2, fue enviada a la Cámara de Diputados una reforma a la Ley de la Industria Electrónica. La reforma de López Obrador prioriza la inyección de energía generada por la CFE, elimina los permisos de autoabasto y modifica los Certificados de Energía Limpia (CEL). En otras palabras, la reforma de ley es el primer paso en contra de la reforma energética realizada por la administración anterior. Organizaciones y especialistas del sector han acusado que esta ley desincentivará el uso de la electricidad producida en plantas solares y eólicas, aumentará la utilización de combustibles fósiles como carbón y combustóleo y podría provocar controversias internacionales y juicios porque estaría en contra de lo pactado en el T-MEC.
Una fuerte tormenta azotó a una parte de Estados Unidos y el Norte de México dejando a millones de usuarios sin energía eléctrica durante varios días. Texas fue uno de los estados más afectados por las bajas temperaturas, perjudicando a la producción y refinación petrolera y de gas natural. De hecho, por decreto del gobernador Greg Abbott, se detuvieron los envíos de gas natural desde Texas a México, lo que afectó al sector en el país. México tuvo que comprar de emergencia tres buques de gas natural para cubrir la demanda eléctrica e industrial de la materia prima en el país demostrando la dependencia que tiene el país del gas natural texano. Durante varios días, empresas de manufactura y automotrices suspendieron sus operaciones a consecuencia de la escasez del gas natural. El petróleo WTI llegó a cotizar hasta en 63.81 dólares por barril, mientras que la mezcla mexicana subió a 62.23 dólares por barril.
En otras noticias, Banxico anunció el recorte de 25 puntos base en su tasa de interés de referencia, por lo que la política monetaria del país se sitúa en 4.0%. La decisión de la Junta fue unánime. El banco central señaló que el balance de riesgos para la trayectoria de la inflación es incierto y prevé que esta aumentará en el segundo trimestre del año. El ajuste se realizó tras dos reuniones de mantener sin cambio su tasa de interés. Por otro lado, el Banco de México, la Secretaria de Hacienda y la Asociación de Bancos de México (ABM), presentaron una propuesta de apoyo a migrantes y a sus familias para atender el problema planteado en la reforma a la Ley de Banco de México. El mecanismo ayudará a las familias mexicanas a cambiar dólares en efectivo en territorio nacional a través del Banco del Bienestar; propuesta que detuvo la reforma planteada a la Ley de Banxico que generó nerviosismo al mercado.
Trascendió que Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal, declaró en un testimonio que dio ante un grupo de legisladores estadounidenses que la economía está «muy lejos» de tener un mercado laboral sólido y la experiencia de recesiones pasadas, muestra que podrían pasar «años» antes de volver al pleno empleo como antes de la pandemia. Añadió que la política monetaria (el paquete de compras mensuales de bonos), seguirá siendo flexible hasta que haya un progreso sustancial adicional en el empleo y la inflación.
Varias instituciones de análisis financiero ajustaron al alza sus proyecciones sobre el PIB de México. Según el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) proyectó que el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá 3.8% durante el 2021, previsión superior al 3.5% realizado en enero. El IMEF dijo que existe la posibilidad de que la economía crecerá 5% como lo proyecta Banco de México, pero esto dependerá de la rapidez en que se vacune a la población. Por su parte, FocusEconomics prevé que la economía mexicana crecerá 4.0%, un ajuste al alza tras la previsión del 3.9% realizada en enero. Según la firma, el mejor desempeño económico dependerá de la recuperación económica de Estados Unidos y sus efectos en México a través de una mayor demanda externa y el flujo de remesas. Moody´s ajustó desde 3.5% a 5.5% su proyección para el PIB del 2021, decisión que basó en una mayor expectativa en el crecimiento económico de Estados Unidos, nuestro principal socio comercial.
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