Vicente Yáñez
Presidente Ejecutivo de ANTAD
La industria del retail agrupada en la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), reconoce que no vamos a salir solos de esta crisis provocada por la pandemia. Serán las mejores prácticas colaborativas las que propiciarán las condiciones para reactivar paulatinamente este importante eslabón económico.
Vicente Yáñez está al frente de este organismo y sostiene que la pandemia impidió la realización de sus eventos magnos el año pasado como estaban programados, pero supieron adaptarse y éstos se llevaron a cabo tanto en Guadalajara como en la Ciudad de México.
“La prioridad mayor del país es doble: cuidar la salud, limitar al máximo los contagios por el COVID-19, al igual que vitalizar la economía, recuperar lo más rápidamente posible las fuentes de trabajo y los empleos perdidos. Las más de 60 mil tiendas de nuestros asociados desempeñan, como agentes de compras de los consumidores, una tarea vital de distribución en la economía de México”, explicó el dirigente.
Destacó que asumieron con sus proveedores el compromiso de llevar a cabo las inversiones y arreglos necesarios (tecnológicos y de comunicación) para llevar a cabo a distancia sus agendas de reunión de negocios.
“Hoy en día, los asociados de ANTAD generan más del 3.0% del PIB y una plantilla superior a los 800 mil empleos directos. También tienen una intensa relación con decenas de cadenas de suministro y miles de proveedores de todo México, pequeñas y medianas empresas la gran mayoría”, agregó.
Dijo que la crisis mundial de salud y el derrumbe económico han evidenciado la necesidad apremiante de múltiples modalidades de colaboración: internacional y nacional; en centros urbanos y en comunidades de todos tamaños; entre gobiernos, sectores productivos y empresas.
“El COVID-19 ha infringido a la economía mexicana el golpe más severo posiblemente del último siglo. Nuestro PIB registró una de las caídas más pronunciadas; por eso desde los primeros días de la crisis, integramos una cadena de alivio”, detalló.
Dicha campaña de Cadena de alivio, consiste en las múltiples tareas de atención y apoyo dirigidas, sobre todo, a los tres principales grupos con los que sus empresas están en contacto, es decir, empleados, proveedores y clientes.
“Son más de 20 mil los proveedores de las tiendas. 95% de ellos son pequeñas empresas proveedoras de decenas de miles de productos ofrecidos en los establecimientos comerciales. Mantenerles sus ingresos a esos pequeños negocios se ha vuelto esencial, reduciéndoles el plazo de pago (en muchas ocasiones de 30 a solo 10 días), y disminuyéndoles sustancialmente la tasa de factoraje”, dijo Yáñez.
Dijo que los protocolos de salud se han aplicado rigurosamente, así como también puntualmente se han observado en todas las tiendas los semáforos de reapertura definidos a nivel federal y estatal.
“Como parte de nuestra Cadena de alivio, las fundaciones de los asociados a la ANTAD han apoyado a centros hospitalarios, comunidades y grupos vulnerables con despensas y raciones de comida caliente. Asimismo, han donado decenas de miles de cubrebocas, pantallas protectoras y materiales de sanitización.
Yáñez destaca que en medio de esta pandemia, se llevó a cabo una tarea adicional en la cadena de suministro de alimentos y bebidas, pues se implementó el nuevo etiquetado de advertencia con el calendario previsto en la materia.
“La transición a las nuevas etiquetas supone grandes erogaciones y una adecuación de procesos productivos de enorme magnitud. Por ello, el esfuerzo conjunto del sector privado y las autoridades deberá orientarse a minimizar sus costos y obligadamente, impedir el desperdicio o inmovilización de productos”, puntualizó.
“El sector detallista asociado a la ANTAD se ha mantenido en operación a pesar del cierre prácticamente total, ordenado para las actividades no esenciales en todas las fases de esta pandemia y del descenso mayúsculo de las ventas en algunos formatos, sobre todo el de las departamentales.
México requiere mayor formalidad económica y a su promoción deben abocarse las autoridades y las empresas constituidas legalmente. A nadie escapa que el crecimiento de la informalidad durante esta crisis daña al estado de derecho, amplía las desigualdades sociales, fiscales y en el sector productivo, y merma enormemente la competitividad nacional. Para la superación de esta crisis, México debe marchar unido”, advirtió.
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