Tendencias de movilidad y transporte

1

Las restricciones en la movilidad tradicional y los miedos de transporte debido a la pandemia han consolidado el trabajo a distancia, es decir, el home office y el estudio en línea en tiempo récord. Este proceso sin retorno ha sido posible gracias a la inversión en tecnología que han realizado las empresas y los centros educativos, para facilitar la comunicación, pero también la ciberseguridad.

El avance de la tecnología no evita solamente viajes por estudio o trabajo, sino que se está aplicando a otros sectores económicos permitiendo a clientes, usuarios o jefes, supervisar tareas sin desplazarse de sus hogares o de sus centros de trabajo. Hace posible que puestos tradicionalmente sujetos a una determinada ubicación física, como el control de los procesos de producción de las grandes y pequeñas empresas o gestiones de calidad, se puedan realizar y supervisar a distancia.

A las compras en línea se le suma el incremento de la demanda de los servicios a domicilio, por lo que el reparto del comercio electrónico aumenta el tráfico en las ciudades y la necesidad de hacer repartos más eficientes, limpios y silenciosos en zonas urbanas.

Hay una marcada tendencia de usuarios que a raíz de la pandemia, retomaron los viajes en vehículo de uso individual, privado o compartido, para extremar las medidas de higiene y prevención.

La venta de bicicletas ha crecido más del 30% según los cálculos de la industria, impulsada por iniciativas como el uso y edificación de ciclovías. De hecho, se están cocinando políticas públicas para la intensificación de bicicletas y monopatín eléctrico de uso urbano.

La próxima revolución en movilidad será el vehículo, no solamente impulsado por energías limpias, sino de conducción autónoma. Esto permitirá que algunos medios de transporte que ahora mismo quedan excluidos del acceso a la movilidad en vehículo, puedan moverse de forma más libre, autónoma y segura.