El peso mexicano se apreció 1.51% ante el dólar estadounidense durante mayo, ligando tres meses consecutivos de recuperación.
A pesar de que la actividad económica del país, y del mundo, se ha reactivado constantemente en los últimos meses, aún existe mucha incertidumbre respecto a ésta y en cómo evolucionará en el futuro. Por un lado, las nuevas olas de contagios y muertes continúan en algunos países alrededor del mundo y complican el comercio internacional, como ocurre en India. Por otro lado, el constante incremento en los precios de bienes y productos alrededor del mundo podrían llevar a las autoridades financieras a realizar ajustes antes de lo previsto en su política monetaria. El claro ejemplo de este último punto es México, pues por el reciente incremento en la inflación, Banco de México detuvo los recortes que había realizado en su política monetaria y actualmente mantiene su tasa en 4.0% desde febrero. Estados Unidos es otro claro ejemplo de ello, los temores de un incremento en la inflación provocaron un aumento en los rendimientos del Tesoro y una fortaleza en el dólar ante otras divisas. Si bien hace un par de meses la posibilidad de que la Reserva Federal hiciera un ajuste provocó volatilidad en los mercados, ahora la noticia no tiene tanto impacto, pues poco a poco, y con ayuda de algunos miembros del banco central, el mercado está asimilando que se realizará un posible ajuste, pero no en el corto plazo.
Bajo este supuesto, el valor del dólar empezó a perder terreno y el peso mexicano se apreció. La moneda mexicana llegó a cotizar hasta a 19.7197 unidades, nivel que constantemente ha respetado desde diciembre del año pasado. Algunas de razones por las cuales el peso no ha logrado apreciarse más (que son propias de la moneda nacional según una encuesta de Banxico aplicada a economistas) son la debilidad e incertidumbre en el mercado interno, en la política interna, los problemas de inseguridad pública, así como en la política de gasto público.
Las elecciones intermedias que se realizarán el primer fin de semana de junio también generan incertidumbre en el mercado, pues según los resultados de la contienda electoral se podría percibir una mejoría en la confianza de los inversionistas, lo que provocaría un mayor optimismo para invertir en el país a través de nuevas inversiones; por añadidura beneficiaría al peso y al mercado accionario. También existe una alta posibilidad de que la situación política del país se mantenga, situación que mantendrá a la gobernanza como una de las principales preocupaciones entre la elite inversionista. En adelante, continuaremos monitoreando el comportamiento de los precios en las materias primas y cómo influyen en la inflación local y de Estados Unidos, los casos de contagios por Covid-19 así como el plan de vacunación nacional, al sector laboral estadounidense y si ve la necesidad de realizar un ajuste en el actual plan de estímulos. El mercado también estará pendiente del inicio de las negociaciones entre legisladores estadounidenses del primer presupuesto realizado por Joe Biden, presidente estadounidense, considerado el más ambicioso desde la Segunda Guerra Mundial, con el cual pretende fortalecer la economía de la nación y mejorar en el largo plazo su salud financiera.
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