El desabasto de semiconductores que está afectando a fabricantes mundiales de automóviles, computadoras, consolas de videojuegos, teléfonos inteligentes y pantallas, entre otros dispositivos, podría atraer a México nuevas inversiones.
Hasta hoy, la instalación de maquinaria estadounidense de semiconductores, o las llamadas empresas foundries; muchas localizadas actualmente en países asiáticos donde son potenciales generadoras de empleos, tienen más posibilidad de establecerse en algún estado del sur del país, que en Jalisco donde alguna vez operaron.
De acuerdo con información de la Secretaría de Economía, a cargo de Tatiana Clouthier Carrillo, los estados sureños serían la zona “más adecuada debido a que cuentan con agua suficiente”, la cual es indispensable para esta industria, asegura la funcionaria federal.
Actualmente hay una carrera entre China, Estados Unidos y la Unión Europea por ganar la batalla comercial en el área tecnológica, razón por la que las empresas estadounidenses están buscando fortalecer la cadena de proveedores con sus socios del T-MEC en México.
Es por eso que en meses recientes, ambas naciones acordaron hacer más competitivas las cadenas de suministro compartidas, especialmente para semiconductores, área que registra escasez desde la pandemia de Covid-19 y hay riesgo de que continúe así en 2022.
Historia que se apagó hace alrededor de 15 años IBM fabricaba semiconductores en su planta de El Salto, Jalisco, pero ya no.
También Motorola dejó de producir en el municipio de Zapopan obleas de silicio, utilizadas en la fabricación de semiconductores, y el Centro de Tecnología de Semiconductores del Instituto Politécnico Nacional (CTS) diseñaba en Guadalajara circuitos integrados, pero varios de estos proyectos migraron hacia zonas de bajo costo en Asia.
Por desgracia, Jalisco perdió parte de su brillo como “Silicon Valley mexicano”, pues con la salida de IBM de la manufactura de semiconductores a principios del milenio y la pérdida de proyectos de mano de obra intensiva en el clúster de la electrónica que se fueron hacia Taiwán, Corea y China, se cancelaron cerca de 20 mil empleos aquí y no se han recuperado.
En la cancelación de proyectos influyó la desaceleración mundial de 2001, no obstante que en este momento el mercado de semiconductores es nuevamente como una “pepita de oro”, valuado en casi 100 mil millones de dólares y la aportación de Jalisco es mínima.
Proyecto
La apuesta actual está enfocada en la habilitación de un procesador, con tecnología 100 por ciento mexicana, diseñado por la unidad Guadalajara del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav).
El director de este centro, Ramón Parra Michel explicó en la presentación del proyecto que la intención es, “hacer demostraciones funcionales con el tipo de productos que se pueden generar (con el procesador) y en marzo de 2022 el compromiso es tener disponibles los archivos de fabricación”. Esto con la idea de darle continuidad y comenzar a comercializar.
Si bien el procesador no tendría capacidad de producción de alto volumen, su uso principal sería para proyectos académicos y avanzar en la formación de talento en el Centro de Tecnología de Semiconductores, para demostrar que Jalisco está preparado para atraer inversiones orientadas al suministro de chips o circuitos integrados que hoy escasean en el mundo.
Aunque no hay certeza que este proyecto pueda ayudar a crear en el estado más empresas de tecnología de diseño de semiconductores para Estados Unidos en corto plazo, o que en mediano plazo se establezcan en Jalisco algunas de las grandes fábricas internacionales del ramo, el proyecto del Cinvestav ya cuenta con recursos públicos de parte del gobierno del estado por 7 millones de pesos.
La mitad del dinero proviene de la Secretaría de Desarrollo Económico (Sedeco), que no aclaró de cuál convocatoria salieron estos recursos y 3.5 millones de pesos fueron asignados por el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología (COECYTJAL), de la convocatoria del Programa de Innovación en Jalisco 2021 (Proinnjal). Otro tema de incertidumbre para hacer sostenible la llegada de fabricantes de semiconductores a Jalisco, es la falta de obras hidráulicas para solucionar la escasez de agua que ya enfrenta esta entidad y donde el gobierno no ha establecido todavía un calendario para resolver la problemática.
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