La rápida propagación de la variante Ómicron, es un elemento desestabilizador que amenaza con prolongar los problemas económicos y seguir agudizando la escasez de mano de obra y el impacto en la cadena de suministro. Hay desafíos por los niveles de deuda provocados por la pandemia y las presiones inflacionarias que no cesan, aumentando las probabilidades de aterrizaje forzoso en varios países, ante el latente incremento de las tasas de interés. Ya el Banco Mundial ajustó sus previsiones hacia la baja al indicar que el crecimiento económico global pasará de 5.5% registrado en 2021 a 4.1% este año y 3.2% en 2023. Pero todavía mantiene la misma perspectiva para México sobre 3% este año, gracias al crecimiento esperado en Estados Unidos de 3.7%, lo que resulta un respiro para nuestra economía.
Suscríbete a nuestro Newsletter
Mantente actualizado de las últimas ediciones.