Monedas virtuales desde el sector público

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¿Qué tan confiable puede ser el dinero digital emitido desde el gobierno?

Hasta hoy la fiebre por las criptomonedas, que no tienen un control centralizado, les da ventaja sobre las propuestas respaldadas por un banco central. Incluso sobre las monedas virtuales que ya comienzan a lanzar gobiernos locales y que no han logrado generar gran interés del público usuario.

Es el caso de la moneda Hoozie, patrocinada por el gobierno de Jalisco, la cual entró en operación en Guadalajara en octubre de 2021, ó la moneda virtual mexicana que entrará en circulación en 2024, respaldada por el Banco de México (Banxico), de las que todavía es prematuro hablar de confianza.

La moneda Hoozie ha sido recibida hasta el momento con cautela por la comunidad de seguidores de criptomonedas, quienes aunque confían en la tecnología blockchain desconfían de este esquema, entre otras cosas porque carece de white paper que describa claramente los detalles técnicos de su funcionamiento.

Durante el lanzamiento mostraron su escepticismo en redes sociales, pues además Hoozie requiere descargar una aplicación, previa identificación, e incluso obliga a proporcionar la geolocalización de los usuarios en tiempo real, sin que exista claridad sobre el uso de los datos personales.

Una de las justificaciones de Hoozie, que tiene un valor equivalente a un peso y es propiedad de la empresa irlandesa Domila LTD; misma que recibió una aportación de 1.2 millones de pesos del programa gubernamental de apoyo a empresas “Jalisco COVID-19”, es fomentar el consumo de productos locales y premiar a quienes realizan acciones de impacto positivo al medio ambiente. No obstante, hasta hoy la masa de usuarios de esta moneda virtual es mínima y asciende a menos de dos mil billeteras.

En cuanto al peso digital, que en dos años más se pretende lanzar en México, la confianza es también hasta el momento el principal talón de Aquiles.

Desde su anuncio por parte del gobierno federal, la propuesta mereció sendas críticas, por considerar que representa una “intromisión” del Ejecutivo en las decisiones y la autonomía del banco central del país.

Interés del banco central

Aunque oficialmente no hubo un comunicado de parte del Banxico, la información difundida en redes sociales del Gobierno de México, habría provenido del Informe anual sobre el ejercicio de las atribuciones conferidas por la Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros entregado al Congreso el 16 de diciembre de 2021.

En el apartado sobre Servicios de Transferencias y Pagos, Banxico describe la visión para garantizar el acceso de los usuarios a los pagos en el futuro y en ese contexto hace referencia a la Moneda Digital del Banco Central (CBDC por sus siglas en inglés), como una opción para facilitar transacciones.

Estos CBDC son registros contables electrónicos a favor de un usuario final, bajo la tutela de una entidad monetaria. Se denominan en la moneda de curso legal, cuyo valor y confianza es respaldada por el banco central del país que las emite, ya que representan un pasivo para éste.

Con el auge de la economía en internet a raíz de la pandemia de coronavirus, varios bancos centrales, como el europeo que ya analiza la creación de un euro digital, han mostrado interés en este esquema para diversificar las modalidades de pago y la inclusión financiera.

Criptomonedas VS monedas virtuales

Aunque parecen lo mismo, hay diferencias importantes entre las moneda virtuales y las criptomonedas.

Las monedas digitales emitidas de forma centralizada, cuentan con respaldo de sus bancos centrales. Sin embargo, las criptomonedas como el Bitcoin, son un tipo de moneda virtual que no tienen un emisor concreto, están protegidas por criptografía, normalmente usan tecnología blockchain y al ser creadas por los propios usuarios, solo después de la creación de los bloques y su verificación entran nuevas monedas en circulación. A partir de ahí su valor lo marca el propio mercado, por lo que no están respaldadas por una entidad legal que responda en caso de darse problemas técnicos.

Aún así, las criptomonedas han tenido un crecimiento exponencial y cada vez cuentan con más demanda de parte de los usuarios.