Destaca el escalamiento del conflicto en Ucrania que podría volverse un conflicto bélico y amenaza para los precios, en especial de los energéticos, así como aliciente para fortalecer la cotización del dólar.
Otro tema del ámbito internacional son las nuevas variantes de una pandemia de coronavirus que no llega a su fin y ya cobró factura con la inminente recesión de la economía nacional, con riesgo de estanflación por la presión alcista en productos, incluso de alimentos básicos. A la incertidumbre se suma la decisión global de Citi con la venta de Banamex y la intervención del gobierno de México. Aunque esto también abre la oportunidad para que el principal intermediario financiero del país, retorne a manos de inversionistas mexicanos. En este contexto la cautela debe seguir imperando, pero los capitales deberán buscar opciones seguras y estar atentos a las oportunidades, pues aunque muy lentamente, la economía seguirá creciendo y recuperándose en 2022.
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