Peso cae por factores externos

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El peso mexicano se depreció 2.91% ante el dólar estadounidense durante abril, dejando a un lado dos meses previos de fortaleza.

Actualmente, la inflación está afectando seriamente a casi todos los países alrededor del mundo. El escenario ya era complejo, pero la invasión de Rusia a Ucrania impulsó aún más los precios de las materias primas, acelerando los ya altos precios de los productos y servicios. Para tratar de combatir la alta inflación, los bancos centrales han estado elevado su tasa de interés, pero esta decisión debe de hacerse con conocimiento, pues una tasa de referencia alta implica un menor crecimiento económico. Lujo que no nos podemos permitir pues recordemos que la economía global está saliendo de la crisis de la pandemia y aún se registran crecimientos dispares.

Bajo este escenario, durante abril, la debilidad de la moneda mexicana se debió a una fortaleza del dólar a nivel global después de que varios integrantes de la Reserva Federal realizaron comentarios a favor de elevar con mayor velocidad la tasa de interés o realizaron proyecciones de política monetaria más altas de lo previsto para el cierre del año. Esta expectativa provocó una mayor demanda en el dólar, generando un incremento en su precio. Además, los inversionistas alrededor del mundo decidieron refugiarse en dólares después de que autoridades chinas aplicaron confinamientos estrictos para evitar más contagios de Covid-19 en algunas ciudades de China, incluida Shanghái, generando preocupaciones por el crecimiento económico global, pues el país asiático es uno de los principales lideres manufactureros y motor económico del mundo.  Hacia el fin del mes, la incertidumbre aumentó pues la capital china, Beijing, empezó a aplicar pruebas masivas contra el coronavirus lo que desató preocupaciones de un cierre inminente. Las decisiones de autoridades chinas están en línea con el programa de cero tolerancia al Covid-19, por esa razón las medidas son más estrictas y contundentes.

En noticias nacionales, la reforma eléctrica presentada por el presidente López Obrador no fue aprobada por la mayoría calificada de la Cámara de Diputados. Varias instituciones nacionales y extranjeras ajustaron sus proyecciones sobre el crecimiento económico de México. Por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que la economía mexicana solamente crecerá 2.0%, un 0.8% menos de lo anticipado debido a la inflación, las altas tasas de interés y las disrupciones en el comercio global por el conflicto geopolítico en Europa del Este. Banco Mundial y Moody’s estiman un crecimiento del 2.1% y 1.1%, respectivamente, por las mismas razones; ambas instituciones habían proyectado que el Producto Interno Bruto (PIB) crecería 3.0%. BBVA de México proyectó que el PIB del 2022 se ubicará en 1.2%, desde el 2.2% previsto anteriormente. Carlos Serrano, economista en jefe del banco, dijo que la recuperación económica es lenta, gradual e incompleta, pues aún no se logra llegar a los niveles prepandemia. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) recortó su proyección sobre la economía mexicana a 1.7% desde el 2.9% previsto por enero, justo antes del inicio del conflicto entre Rusia y Ucrania. 

Entre las monedas emergentes que registraron pérdidas superiores a las del peso mexicano estuvieron el peso chileno, el forint húngaro y el rand sudafricano, las cuales retrocedieron 8.06%, 7.40% y 7.12%, respectivamente. Por otro lado, el rublo ruso logró ganar 19.08% ante el dólar, a pesar de la invasión que mantiene en Ucrania, pues la moneda rusa ha logrado recuperar parte del terreno perdido en febrero, justo cuando inició el conflicto geopolítico.

Respecto a las monedas desarrolladas, el dólar neozelandés descendió 6.77%, la corona noruega perdió 6.76% y el dólar australiano bajó 5.80%. En el caso del yen japones, se observó un retroceso del 5.54% ante la decisión del Banco de Japón de mantener su tasa de interés en cero y el anuncio de compras de bonos a 10 años para detener su contante incremento en su rentabilidad. Caso similar ocurre con el Euro. El Banco Central Europeo confirmó que mantendrá su programa de estímulos hasta el tercer trimestre del año pues considera que los riesgos de la invasión de Rusia a Ucrania provocarán precios más altos de las materias primas y el riesgo de perder el acceso al gas ruso afectaría a la débil economía europea. Se estima que un aumento de tasa de referencia se dará hasta que se elimine el plan de apoyo. El euro registró un descenso del 4.51% durante abril ante el dólar estadounidense.