La inflación en México alcanzó una cifra escandalosa: en marzo del 2022, el INEGI reveló que había llegado a 7.45 por ciento, la más alta en más de 21 años.
Sin embargo, existe la percepción de que el incremento en los precios de los productos podría ser aún mayor a las cifras oficiales. ¿Es esto posible? sí.
El alza en la inflación
La inflación en México se determina por el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), que evalúa el desempeño de los precios de los bienes y servicios.
El INPC considera las variaciones de los precios de una canasta de bienes y servicios representativa del consumo de los hogares urbanos, pero no mide todos los productos.
Esto debido a que sería imposible cotizar todos los bienes y servicios que se consumen en México, por lo que los índices y cálculos se realizan basados en procedimientos muestrales, bajo criterios estadísticos.
El INPC comenzó a hacer sus mediciones desde 1968, aunque es desde diciembre del 2010 que se modificó la base muestral de bienes y servicios a monitorear que se mantiene vigente hasta el momento.
Al ser muestras, algunos artículos de consumo diario pueden elevar más sus precios, lo que elevará la percepción de que la inflación es aún mayor.
Por ejemplo, uno de los ramos que registró un mayor incremento en marzo fue el de frutas y verduras, que elevaron sus precios 20.35 por ciento respecto al mismo mes del 2021.
En tanto que alimentos y bebidas subieron sus costos un 10.08 por ciento.
Por eso, las familias pueden resentir aún más las alzas, dependiendo de sus hábitos de consumo.
Por ejemplo, el INPC registró tan sólo en noviembre pasado un incremento del 71.85 por ciento del tomate verde.
También puede impactar más a industrias específicas, como el de la construcción.
El INPC reportó que en el primer trimestre del 2022 los materiales para construcción cerraron con una inflación promedio anual del 15.6 por ciento, incremento que termina derivándose a los consumidores finales.
¿Cómo nos afecta?
La inflación afecta la economía de todos, pues reduce el valor del dinero. Recientemente, la Comisión Nacional de Salarios Mínimos de la Secretaría del Trabajo advirtió que, a pesar de los incrementos en los sueldos de empleados sindicalizados, en enero y febrero de este año los salarios negociados cayeron 1.40 y 0.31 por ciento real.
La tendencia ya venía afectando, pues la inflación oficialmente cerró en México en el 2021 con 7.36 por ciento.
La elevada inflación se debe a varios factores, y entre los principales se encuentran la pandemia y más recientemente se le sumó el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.
También las alzas a los energéticos, como la gasolina y el gas, han sido determinantes, a pesar de los subsidios.
A esto habrá que sumarle la presión que ejercerá el incremento en la tasa que hará la Reserva Federal de Estados Unidos (FED, por sus siglas en inglés), pues la expectativa es que el Banco de México haga lo propio.
Algunos expertos pronostican que la tasa de interés de Banxico llegará hasta un 9.0 por ciento con tal de tratar de contener la inflación, aunque afectaría de manera negativa al PIB.
Expertos advierten que la inflación podría mejorar en el segundo semestre del año, aunque no hay garantía de que esto ocurra. Banamex estimó que con una mejoría en los próximos meses, la inflación podría cerrar en el 2022 en un 6.0 por ciento.
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