Miles de vacantes están sin candidatos

El mundo está llegando a una paradoja en materia de empleo.

Hoy se tiene una gran cantidad de profesionistas preparados en áreas tradicionales, quienes no encuentran trabajo e irónicamente hay empresas que enfrentan escasez de capital humano.

Estamos en un punto en el que hay más de 920 mil puestos sin cubrir en áreas tecnológicas de empresas alrededor del mundo. Este déficit enciende focos rojos ante la necesidad de talento. Pero en contraste, hay una enorme cifra mundial de desempleados que al cierre del 2022 según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), podría alcanzar 21 millones de personas.

El problema es que el significado de “talento” para las empresas, no es el mismo que hace 10 años, esto tiene en aprietos al sector productivo, a los profesionistas y hasta a las universidades.

Otra era profesional

La rectora de la Universidad Enrique Díaz de León (UNEDL), Claudia Robles Morales reconoce que en los próximos 10 ó 20 años habrá profesiones que podrían quedar totalmente obsoletas o ser reemplazadas por la inteligencia artificial y la robótica.

“Muchas profesiones han prevalecido en el tiempo, pero en este momento vemos que varias podrían desaparecer. En un estudio académico se identificó que carreras tradicionales, como la contaduría, podría ser una de ellas porque la tecnología tiene el potencial para sustituir tareas en esta área. Pero a la vez, hay nuevas carreras que están surgiendo”, nos comenta Claudia Robles.

“Incluso las carreras tradicionales, como el derecho, donde se pensaba que no había posibilidad de cambios, hoy debemos voltear hacia áreas de oportunidad como la del derecho cibernético, para atender problemas que se han detonado a partir de la nueva normalidad», añade Robles Morales.

Fuga de cerebros

La CEO del grupo educativo UNEDL indica que talento sí hay y las nuevas competencias que exige hoy el sector empresarial no son tan nuevas, ni por la consecuencia de la pandemia, sino una demanda que ya era recurrente en el mercado laboral. “Siempre ha existido la necesidad de generar y principalmente ayudar a descubrir el talento de los alumnos, pero la exigencia se agudizó y aceleró con la pandemia”, agrega Claudia Robles.

“En México tenemos mucho talento, pero es absorbido rápidamente por las grandes empresas y también por países desarrollados. Esto provoca fuga de cerebros, dejando a la economía local en desventaja”, advierte Claudia Robles.

“Lamentablemente, no siempre los procesos académicos van a la misma velocidad, pero las instituciones tenemos la responsabilidad de contribuir a generar más talento, apoyar a que se quede en el país y se generen nuevas competencias”, agrega la rectora de la UNEDL.

Brecha laboral

Considerando que en 10 años muchos trabajos se convertirán en algo completamente distinto o se llevarán a cabo de manera diferente, no se descarta que la automatización pueda obligar a prescindir de 45% de los puestos de trabajo o al menos de la forma como la conocemos hoy, de acuerdo con la consultora PWC.

Advierte que sin nuevas competencias para abatir el rezago actual, tampoco se descarta que en el corto plazo la escasez de talento tecnológico se vuelva una barrera para el 64% de las tecnologías emergentes y para el propio desarrollo de las empresas. Por eso es importante que en países como México, donde la pandemia arrojó a la calle a más de 1.4 millones de trabajadores, se establezcan políticas públicas de corto y mediano plazo, para elevar el nivel educativo, generar condiciones que permitan a los desempleados tener acceso a elevar su capacitación en áreas laborales de mayor oportunidad; más redituables.