Cae nuevamente el peso mexicano

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El peso mexicano se depreció 1.24% ante el dólar estadounidense durante julio del año en curso, sumando dos meses consecutivos de pérdidas.

La moneda nacional estuvo presionada por una fortaleza global del dólar estadounidense en un entorno de una politica monetaria más agresiva por parte de la Reserva Federal y una serie de crisis en Europa, así como débiles datos macroeconómicos en China y su constante lucha contra el Covid-19. El índice dólar, que mide el valor del dólar de Estados Unidos con relación a una cesta de monedas, llegó a cotizar hasta a 109.294 unidades, nivel no visto desde junio del 2002.

A inicios de julio, China anunció dos nuevas rondas de pruebas masivas de Covid-19 ante la necesidad de rastrear un brote de contagios. La noticia generó dudas y temores por nuevas restricciones sociales en China, una de las principales economías del mundo, lo que podría ralentizar o desacelerar a la economía global.  Las pruebas continuaron a lo largo del mes, y autoridades chinas aplicaron confinamientos en algunas ciudades pequeñas o distritos de Shanghái, situación que nuevamente provocó dudas de cuándo podría afectar a la economía china y global estas medidas y generando una mayor demanda de dólares. La economía china se contrajo 2.6% durante el segundo trimestre del año, descenso superior al estimado y que contrasta con el crecimiento previo del 1.4%.

Según la minuta de la reunión de la Reserva Federal en junio, algunos funcionarios de la Reserva Federal reconocieron la posibilidad de que una postura aún más restrictiva podría ser apropiada si persistieran las presiones inflacionarias elevadas, lo que elevó las apuestas de que el próximo movimiento del banco central sería de 75 puntos base. Cuando se publicó que la inflación al consumidor de Estados Unidos llegó a 9.1% a tasa anual en junio, las apuestas se ajustaron a 100 puntos base fortaleciendo aún más al dólar. Posteriormente, las declaraciones de funcionarios de la Fed a favor de incrementos de 75 puntos base ayudaron a disminuir la probabilidad de un ajuste mayor.  Hacia fin de mes, la Reserva Federal elevó su tasa de interes en 75 puntos base, tal y como lo esperaba el mercado, para situarla en un rango de 2.25-2.50%.

Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) incrementó su tasa de interés en 50 puntos base, el primer movimiento desde septiembre del 2019 cuando el banco recortó su tasa; la última vez que el banco central elevó su tasa fue en julio del 2011. El BCE además anunció un nuevo esquema de compra de bonos para respaldar a los países más endeudados de la comunidad.  

En Italia, el partido Movimiento 5 Estrellas no respaldó al gobierno de coalición liderado por Mario Draghi. Posteriormente, a ese partido se unieron dos partidos más para boicotear un voto de confianza a favor de Draghi en el Senado. El golpe orilló a Draghi a dimitir. El próximo 25 de septiembre se realizarán elecciones anticipadas.

La Comisión Europea ajustó sus proyecciones económicas. El organismo espera que el crecimiento del bloque monetario sea del 2.6% en el año en curso, ligeramente inferior al 2.7% previsto en mayo. Pero, en 2023, su economía solamente crecerá 1.4%, no el 2.3% previsto. En cuanto a la inflación, se espera un máximo anual de 7.6% para posteriormente caer hasta al 4.0% en 2023.

La noticia del cierre del gasoducto Nord Stream 1 que suministra gas ruso a varios países europeos, por un mantenimiento previamente programado generó nerviosismo en Europa, pues se temía que el mantenimiento sería el pretexto ideal para que Rusia denegara el suministro. Diez días después, el suministro fue restablecido según los planes originales. Hacia fin de mes, se anunció que el gasoducto solamente operaría al 20% de la capacidad por el mantenimiento de una turbina. El envío de gas a Europa ya se había reducido a un 40% de capacidad en junio. Todo lo anterior, influyó para que el euro bajara hasta cotizar en dos sesiones por debajo de la paridad contra el dólar, situación que no ocurría desde diciembre del 2002.  Posteriormente, el euro logró recuperarse, pero aún cotiza muy cerca de la paridad.

En Reino Unido, primer ministro, Boris Johnson, se vio orillado a renunciar después de que más de 50 funcionarios dimitieron cuando se dio a conocer que Jonhson estaba al tanto de una serie de escándalos en los que estaba envuelto el subjefe del Partido Conservador, Chris Pincher. Presionada además por la fortaleza del dólar, la libra esterlina llegó a caer hasta a 1.1760 unidades por dólar, pero cerró el mes con una ligera ganancia del 0.62%.

En noticias locales, la agencia calificadora de valores Moody’s recortó la calificación crediticia de México a Baa2 con perspectiva estable pues prevé que los temas económicos y fiscales seguirán mermando de manera gradual. Por añadidura, redujo las calificaciones de las paraestatales CFE y Pemex. La noticia presionó ligeramente al peso.

Hacia fin de mes, el INEGI publicó que el Producto Interno Bruto (PIB) creció 1.0% durante el segundo trimestre del año en la primera revisión del indicador. A tasa anual, la economía mexicana creció 1.9% cifra que contrasta con la contracción del 0.9% que sufrió la economía estadounidense.  Después de la publicación del PIB nacional, el subsecretario de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Gabriel Yorio, dijo que aún hay espacio para crecer más del 2% este año. Al ser cuestionado sobre una posible recesión económica, Yorio comentó que no prevén ninguna recesión en México pues el mercado laboral se está recuperando, el sector exportador se mantiene resiliente, y se mantiene una baja vinculación comercial con la Zona Europea, donde existen riesgos más grandes de recesión. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI) la economía mexicana crecerá 2.4% este año, ligeramente por encima a lo previsto en abril, pero para 2023 redujo su estimación al esperar un PIB del 1.2%.