En el pasado, los objetos y prendas con las que contábamos en el hogar tenían una segunda vida. Nuestros abuelos probablemente recordarán esas épocas de escasez que crearon una cultura de optimización en donde, por ejemplo, útiles escolares, ropa y todo tipo de envases se reutilizaban, mientras que la comida se aprovechaba al máximo.
Con el tiempo, la mejora en la economía nacional y del hogar, el desarrollo de las industrias, la tecnología y el cambio de nuestros hábitos de consumo nos dieron la posibilidad de reemplazar y tener más bienes de los que en muchas ocasiones necesitamos. Esto nos ha llevado a prácticas de desperdicio que nos acercan a una situación de crisis.
Al respecto, algunas cifras ilustran la realidad de nuestro país:
+/- 35% de los alimentos = 20 millones de toneladas
se tiran a la basura de comida al año (2020)
+/- 60% de agua potable se +/- 40 y 50% en la Zona
desperdicia en el centro y vs Metropolitana de
norte del país Guadalajara (2022)
50% de ropa fast fashion se tira México consume 34 prendas promedio
a la basura en menos de un vs por persona y tira 14 kilos
año, lo que equivale a de ropa por persona al año (2019)
12.8 millones de toneladas
México genera 42 millones de Cada mexicano produce, en promedio,
toneladas de basura al año, y + 944 gramos de basura, lo que resulta en
sólo recicla el 14 por ciento 120,128 toneladas al día, y Jalisco
de desechos produce 7,961 toneladas (2020)
En la actualidad, conceptos como economía circular nos recuerdan la importancia de saber administrar los recursos con los que contamos. Si en el pasado ahorrábamos por cuidar la economía personal, hoy, además, debemos preocuparnos por cuidar nuestros recursos naturales limitados. Reciclar, ahorrar, reusar, reparar son acciones que pueden ayudar tanto a administrar mejor nuestros bienes personales frente a los retos económicos de los próximos meses, así como contribuir efectivamente a conservar el planeta.
Suscríbete a nuestro Newsletter
Mantente actualizado de las últimas ediciones.