Tras dos meses de descensos, el peso mexicano logró apreciarse 1.13% ante el dólar estadounidense durante agosto. El rublo ruso ganó 1.36% y el sol peruano avanzó 1.10% frente al dólar. Por su parte, la rupia indonesia, el real brasileño y el dólar hongkonés avanzaron 0.20%, 0.05% y 0.01%, respectivamente. El resto de las divisas más importantes se depreciaron ante la moneda estadounidense.
La mayor depreciación de la moneda nacional (20.82 USD/MXN) se dio a inicios del mes cuando la aversión al riesgo se aceleró ante el temor de un posible conflicto geopolítico entre China y Estados Unidos, después de que el gobierno de Xi Jinping reaccionó con advertencias y maniobras militares tras la visita diplomática de Nancy Pelosi, líder de la Cámara de Representantes de Estados Unidos a Taiwán. China considera a la isla dentro de su territorio y tomó la visita como una manera de crear inestabilidad en el reclamo de soberanía de China sobre Taiwán. Al momento de escribir estas líneas, las maniobras de buques de guerra y vuelos de aviones de combate chinos continúan a lo largo del Estrecho de Taiwán, pero el gobierno que actualmente gobierna la isla pidió mantener la calma para evitar un conflicto.
Posteriormente, la cotización del cruce de divisas dependió principalmente de las proyecciones de cuanto podrían elevar los bancos centrales su tasa de interés, especialmente la Reserva Federal.
Durante la segunda semana de agosto, la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos publicó que el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) se ubicó en 8.5% en julio a tasa anual, un descenso respecto al 9.1% previo, descenso superior a lo previsto, beneficiado por una caída en los precios de la gasolina y el combustóleo. Los analistas proyectaron que, ante esta ligera reducción en la inflación, la Reserva Federal no tendría la necesidad de elevar en 75 puntos base su tasa de interés en la siguiente reunión de política monetaria (21 de septiembre) y apostaron a que el incremento sería de 50 puntos base. La moneda mexicana llegó a apreciarse hasta a 19.79 unidades ante el dólar hasta que se publicaron decepcionantes cifras del sector laboral estadounidense.
La oportunidad de compra de dólares en esos niveles, así como las declaraciones de varios miembros de la Reserva Federal y la publicación de las minutas de la última reunión de política monetaria a favor de mantener una tasa de interés alta e incrementos de 75 puntos base con la finalidad de combatir la alta inflación generaron que una nueva demanda de dólares, presionando nuevamente al peso, pero este logró cerrar agosto en 20.13 unidades.
Hacia finales de mes, Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal refrendó dichos comentarios. Powell declaró, en el famoso simposio financiero en Jackson Hole, Wyoming, que el banco central estadounidense elevará sus tasas tanto como sea necesario y las mantendrá así durante un tiempo para combatir la alta inflación a pesar de un lento crecimiento económico y de un aumento en el desempleo. Las apuestas de que el banco central estadounidense realizará un incremento de 75 puntos base en la reunión de septiembre nuevamente aumentaron.
Hacia fin de mes, Banco de México ajustó su proyección sobre el Producto Interno Bruto (PIB) del país en 2023 a un rango de 0.8 a 2.4% desde el previo de 1.4 a 3.4%. Para el 2022, dejó sus estimaciones sin cambios. También mantuvo sus previsiones sobre la inflación: espera que los precios al consumidor toquen su mayor nivel en el tercer trimestre del año en curso y a partir de entonces empiecen a ceder escalonadamente hasta converger a la meta del banco central en el segundo trimestre del 2024. Su gobernadora, Victoria Rodríguez Ceja, dijo en la sesión de preguntas y respuestas del “Informe Trimestral abril-junio 2022”, que no están esperando una recesión ni en Estados Unidos ni en México. Rodríguez también comentó que es importante que Banxico siga a la Reserva Federal en materia de política monetaria, pero los movimientos nacionales dependerán de los datos, pues no tiene una meta diferencial de tasas con la Fed. Por su parte, el subgobernador, Gerardo Esquivel, declaró que, para él, no es necesario que Banco de México responda a los ajustes adicionales que realice la Reserva Federal, pues el banco central estadounidense apenas está iniciando su ajuste al alza, mientras que Banxico mantiene ya su política monetaria en un nivel alto (pues desde el año pasado inició los ajustes al alza). Además, cada país tiene presiones inflacionarias y metas objetivo de inflación diferentes, propias a su economía.
Entre otros datos que también influyeron en el valor de las monedas globales fue el recorte en las tasas en China. El Banco Popular de China (PBOC) redujo en 10 puntos base su tasa de interés de préstamos a mediano plazo de un año (MLF por sus siglas en inglés) para ubicarla en 2.75%. La MLF es la tasa principal a la cual el banco central presta dinero a los grandes bancos comerciales. Unos días después, el PBOC también ajustó la tasa referencial para créditos (LPR por sus siglas en inglés) a un año a 3.65% desde el 3.7% previo. El banco central chino también disminuyó 15 puntos base a 4.3% la LPR a cinco años. La finalidad de los ajustes es reducir el costo de endeudamiento e incentivar su actividad económica la cual se ha visto comprometida por la serie de confinamientos cortos que continúa aplicando el gobierno chino para luchar contra brotes del Covid-19. Por último, varias ciudades de China han anunciado nuevos confinamientos o restricciones sociales en el marco de la política de cero COVID del país. Hasta el momento, estos ajustes se han realizado en pequeñas proporciones, pero se teme un incremento que podría paralizar nuevamente a una de las principales economías globales, situación que perjudicaría al resto de las economías alrededor del mundo.
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