¿Qué hacer en caso de una recesión económica?

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El caos total en los mercados, las tasas de interés al alza en todo el mundo y la inflación descontrolada ha hecho que todos los ciudadanos del mundo nos preguntemos si nos encontramos en recesión.

Últimamente, hemos escuchado mucho este término, pero para saber exactamente a qué nos referimos cuando hablamos de recesión, les comparto la definición: La recesión económica, o “época de vacas flacas” como vulgarmente le conocemos, es la fase del ciclo económico en la que la actividad económica se reduce, disminuye el consumo y la inversión y aumenta el desempleo. Generalmente, se considera que existe recesión cuando la tasa de variación del PIB es negativa durante dos trimestres consecutivos y los factores antes mencionados tienen lugar.

La historia tiende a repetirse, y lo mismo sucede en materia económica. La economía se rige por ciclos que conforme avanzan los años se van repitiendo en un período de tiempo variable que va entre 1 y 10 años, aproximadamente. El ciclo económico suele dividirse en 4 etapas:

  • Recuperación: La economía está estancada o crece ligeramente.
  • Expansión o auge: Fase de mayor crecimiento económico.
  • Recesión: Actividad económica reducida. Disminución en el consumo, inversión, producción de bienes y servicios, que a la postre provocará despidos a los trabajadores y por ende aumento en la tasa de desempleo.
  • Depresión: Cuando la fase de recesión continúa en el tiempo y sin previsión de mejora. Muchos recordarán haber escuchado o leído una época económica histórica muy difícil: La gran depresión, fenómeno ocurrido en el año 1929 y que duró cerca de 4 años, según algunos historiadores, y hasta 12 años, según otros.

Puede ser que todavía no estemos en esta fase, pero claramente hemos encontrado fenómenos o señales de debilidad económica. Los principales bancos comienzan a hablar de ello e incluso a pronosticar cuándo será, formalmente, el inicio de la recesión.

Y a todo esto, ¿qué puedo hacer yo, como simple mortal, para afrontar correctamente la recesión?

Hay varias recomendaciones que se pueden hacer cuando hablamos de este tema, a continuación, las enlisto y espero que sean de utilidad para ti que estás leyendo este artículo:

  • Lo más importante es ahorrar, en la medida de las posibilidades de cada hogar. Sí, efectivamente al hacer esto estamos debilitando la economía y desincentivando el consumo, pero siempre que hay “épocas de vacas flacas” como lo mencioné arriba, tendremos que amarrarnos un poco más el cinturón para poder enfrentar cualquier situación complicada.
  • Hacer una planeación/presupuesto de nuestros ingresos y egresos, personales y familiares. Saber cuánto estamos recibiendo y en qué lo estamos gastando. Habrá que recortar los gastos innecesarios y los famosos gastos hormiga, estas pequeñas acciones nos llevarán a buenos resultados a mediano plazo.
  • Conservar nuestro trabajo que es la principal fuente de ingresos de la familia, e incluso en la medida de las posibilidades, tratar de encontrar un ingreso extra aprovechando las habilidades que tengamos o las oportunidades que se nos puedan llegar a presentar.
  • Estar cubierto a corto plazo ante cualquier eventualidad. Cubrir las necesidades de efectivo a corto plazo siempre te dará esa tranquilidad de poder salir avante ante cualquier emergencia o situación inesperada. De preferencia que sea de entre 3 y 6 meses de lo equivalente a nuestros ingresos.
  • Intenta eliminar las deudas que tengas, principalmente las más caras, como las de tarjeta de crédito, para evitar que sigan creciendo y se vuelvan una bola de nieve en tu contra.
  • Tener cuidado al momento de solicitar nuevos créditos. Conocer exactamente los riesgos en los que incurrimos al pedir uno (ya que como bien sabemos, lo tenemos que pagar sí o sí). La tasa de interés es muy importante, siempre habrá que conocer las condiciones del crédito, si la tasa es fija, ver qué tan alta es y revisar el CAT; y si la tasa es variable, tener mucho cuidado cuando estamos en épocas como esta, de alza en las tasas de referencia porque se pueden elevar tanto como los bancos centrales lo decidan y eso sería demasiado riesgoso, dejarles a ellos esa responsabilidad.
  • Seguir formándonos y preparándonos como profesionales y como personas. Invertir en uno mismo siempre será una buena recomendación. Y este punto va muy aunado al punto número 3, ya que si vamos mejorando podemos ser capaces de percibir mayores o nuevos ingresos. Aprovechemos las bondades de la tecnología que nos permite encontrar hoy en día casi cualquier curso, formal o informal, desde nuestro celular o computadora.
  • Y por último, pero no menos importante, si estamos en la posibilidad de invertir, habrá que invertir sin emociones y con objetivos muy claros. Hay que tomar en cuenta el nivel de riesgo al que queremos entrar y siempre alinearlo a nuestras necesidades y características como inversionista. En caso de que ya seas un inversionista, habrá que revisar si las decisiones que hemos tomado en el pasado están actualizadas y bien enfocadas o si tenemos que rebalancear nuestro portafolio de inversiones. Si bien es cierto que hoy en día desde la comodidad de nuestro hogar podemos tomar decisiones y hacer diferentes tipos de inversiones, lo recomendable siempre será acercarte a un profesional en la materia que te pueda ayudar a tomar decisiones inteligentes.