El impulso que tomaron algunos sectores productivos en México, aunque positivo, no acaba de aclarar el panorama. En momentos que la palabra recesión toma fuerza y el riesgo de contagio mundial es alto, vale la pena identificar el tamaño real de la recuperación luego del caótico 2020. Si bien el Fondo Monetario Internacional incrementó la estimación de crecimiento económico para México de 2% a 2.4% en 2022, recortó fuertemente la expectativa para 2023, de 2.5% a 1.2%. Este crecimiento puede resultar insuficiente para esperar una gran mejoría. Más aún cuando siguen presentes varios factores de riesgo. El propio Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), tiene un estudio donde concluye que apenas un tercio de los sectores industriales del territorio nacional se recuperaron por completo y podrían crecer arriba de los niveles de 2019, el resto sigue abajo. Es importante tener estos datos en cuenta, no para alimentar el pesimismo, pero sí para estar preparados.