“Puedo medir el movimiento de las estrellas, pero no la locura de los hombres”

Isaac Newton

En 1720 Isaac Newton, quien años antes había descubierto el fenómeno de la gravedad, inventor del cálculo moderno y considerado como una de las mentes más brillantes del mundo, compró acciones de la Compañía del Mar del Sur, vendiéndolas un par de meses después con más de 100% de rendimiento y embolsándose algo así como 7,000 libras de aquel momento. Posteriormente y a un precio mucho más alto, volvió a comprar acciones y esta vez, perdió 20,000 libras.

Como inversionistas, todo el tiempo estamos buscando los mejores rendimientos, las oportunidades más atractivas y en general tomar las decisiones más inteligentes. Pero la clave para ser un inversionista más inteligente, la pueden tener Warren Buffett y Charlie Munger, quien en distintas ocasiones ha mencionado que gran parte de su éxito al invertir ha sido gracias a que se han enfocado en no cometer errores al invertir, más que en tratar de ser los más inteligentes.

Es por eso que en esta ocasión me atrevo a compartir con ustedes 3 consejos que pueden ayudarnos a tener unas finanzas anti-frágiles. Este concepto, es una idea original de Nassim Taleb quien propone la idea básica de que en general nuestras finanzas tienen 3 etapas:

  • Finanzas frágiles: cualquier situación que rompa el orden normal de las cosas, en este caso de nuestras finanzas, por menor que sea nos afecta. Ejemplo: te tropiezas en la calle, fracturado un tobillo y al no tener un seguro de gastos médicos, ni un fondo de emergencias, recurres al endeudamiento. Y como no puedes trabajar, comienzas a endeudarte más y más. Otro ejemplo mucho más probable: gastas en exceso un fin de semana usando tu tarjeta de crédito, llega la fecha de pago y te es imposible cubrir el monto…
  • Finanzas robustas: tienes en general un manejo adecuado de tus ingresos, no vives al día, ahorras más o menos de forma constante, incluso inviertes en bolsa o en algún negocio. Tus finanzas son fuertes comparadas a la mayoría de las personas, pero dependes en gran medida de que tu negocio, tu trabajo o tu inversión sigan funcionando normalmente. Un ejemplo: quieres comprar un auto y aunque requiere un esfuerzo adicional de trabajo y un porcentaje del 10% incluso 20% de tus ingresos, lo puedes pagar manteniendo el mismo orden en tus finanzas.
  • Finanzas anti-frágiles: aquí prácticamente ningún suceso (cisne negro lo llamaría Taleb) tiene mayor impacto en nuestra economía, nuestro portafolio está bien balanceado, tenemos opciones, opciones de hacer o no hacer, de trabajar o no, de viajar o no, de invertir o no, nuestros ingresos son tan superiores a nuestros gastos que el ahorro ni siquiera pasa por nuestra mente. El juego del dinero ya lo ganaste solo por el hecho de que ya no lo estás jugando.

Llegar a este nivel de antifragilidad puede parecer un sueño, pero estos 3 consejos espero nos puedan acercar:

  1. Evita los riesgos más catastróficos: por increíble que parezca, las personas contratan seguro de daño para su iPhone, pero no tienen seguro de gastos médicos mayores. Para unas finanzas anti-frágiles, debemos cubrir los puntos de riesgos a los que estamos más expuestos: enfermar, o morir (prematuramente) si tenemos dependientes económicos, o vivir mucho y no tener ingresos.
  2. Mantén siempre un alto grado de opcionalidad: el dinero significa opciones y una persona que puede elegir tiene más seguridad financiera que quien no puede hacerlo. Los compromisos financieros de largo plazo como una casa o en muchos casos un auto reducen las opciones. Mantener una diferencia importante entre lo que ganamos y gastamos de entrada ofrece muchas opciones.
  3. Sentido común: finalmente, y regresando a la idea de Munger y Buffett, el sentido común a la hora de invertir es la mayor ventaja que tenemos como inversionistas. No existe fórmula mágica ni receta secreta para volverse rico rápidamente. Evita a toda costa arriesgar todo tu patrimonio en situaciones que puedan dejarte en bancarrota. No conviertas tu dinero en “vegas money”. Tratar de no ser tonto es una excelente estrategia de inversión.