La estabilidad económica de un país es un as bajo la manga, pues aumenta su atractivo de inversión a nivel global. En caso contrario, cuando existe incertidumbre en la economía del país, dicha nación sufre el desprecio de los inversores quienes deciden buscar mejores opciones de inversión.
Además de la incertidumbre económica, existen varias razones por las cuales sale la inversión de cartera de un país. Por ejemplo, si en una nación existen altos niveles de inseguridad o inestabilidad económica, social o política derivado de ajustes internos del gobierno, los inversionistas preferirán enviar su dinero a otra nación que no se enfrente a estos escenarios. La reducción en la calificación o perspectiva crediticia del país, así como un incremento en su riesgo crediticio también provocan una disminución en el atractivo de inversión en el país. Cuando un gobierno ajusta a la baja su tasa de interés, pero hay otros países de similar categoría económica con una tasa más alta, los inversionistas extranjeros retirarán su dinero del país de baja tasa y enviarán su dinero a aquel país que ofrece un mejor pago de rendimientos.
En ocasiones, un repentino evento económico, político o social en un país, o su recrudecimiento, genera una salida de capitales profunda, por lo que, en algunos casos, las autoridades decretan políticas para evitar una mayor fuga de capitales que pueda desestabilizar aún más a su economía.
Últimamente, México vive una importante salida de capitales. Según datos de Banco de México, desde el segundo trimestre del 2020 hasta el segundo trimestre del 2022, (durante 9 trimestres) se ha registrado una salida constante de capitales, pues inversionistas no residentes en México han migrado 61,984 millones de dólares que estaban invirtiendo en participaciones de capital, en fondos de inversión o en títulos de deuda corporativos o gubernamentales. El tercer y cuarto trimestre del 2021 han sido los periodos más recientes de una fuerte salida de capitales no vista desde el primer trimestre del 2009, cuando la crisis Subprime afectaba a las principales economías del mundo.
Las razones específicas del inicio del actual retiro de inversiones en cartera se debieron a la crisis económica global que fue provocada por el Covid-19 y por una serie de proyectos de ley que empezaron a discutirse entre legisladores mexicanos por mandato del presidente, Andrés Manuel López Obrador, los cuales, en su mayoría, no eran completamente aceptadas por observadores e inversores globales. Posteriormente, las expectativas de una desaceleración económica, una alta inflación local, el incremento en la tasa de interés por parte de la Reserva Federal y dudas sobre las políticas públicas del gobierno mexicano han mantenido vigente la salida de capitales.
De hecho, previo al actual ciclo de salida de capitales, desde el tercer trimestre del 2018 hasta previo a la pandemia, la inversión de cartera ya mostraba un comportamiento ambivalente, situación que podría responder a la cancelación del mega proyecto de un nuevo aeropuerto en la Ciudad de México en octubre de ese año y por dudas de las políticas del gobierno entrante, pues inversionistas y analistas temían la implementación de políticas socialistas las cuales hubieran afectado el desarrollo económico nacional.
La vigente salida de capitales implica una mayor volatilidad en el tipo de cambio y orilla a México a emitir nueva deuda especialmente en el extranjero a una mayor tasa de interés pues los inversionistas demandan un mayor premio por invertir en el país ante un endeble escenario económico global y por los recientes ajustes al alza en la política monetaria de México y el mundo.
El ingreso de capitales externos es benéfico para la economía del país receptor, pues éste puede financiar sus proyectos gubernamentales y puede representar una de las principales fuentes de ingresos de monedas extranjeras. Pero, un alto nivel de cartera podría llegar a ser peligroso pues al invertir los extranjeros en instrumentos de fácil liquidación, pueden generar incertidumbre y desequilibrios en la economía del país al momento de retirar su inversión en búsqueda de una mejor opción. Es por ello, que la inversión de cartera es conocida coloquialmente como capitales golondrinos.
Historia
La reciente crisis de salida de capitales es la más profunda desde 1991 y 1994, periodo en el cual durante 14 trimestres hubo una profunda fuga de capitales por 71,128 millones de dólares. Entre 1995 y 1997, salieron 22,617 millones de dólares más ante la crisis económica que sufría el país. Es importante conocer que a lo largo de la década de los 90’s, se registró una salida de capitales por 111,988 millones de dólares en México contra una entrada de recursos externos por 33,454 millones de dólares.
En sentido contrario, los últimos periodos de mayor ingreso de capitales fueron entre el primer trimestre del 2010 y el primer trimestre del 2012, así como del tercer trimestre del 2013 al tercer trimestre del 2015, cuando se registró la entrada de 95,449 y 96,131 millones de dólares, respectivamente. En esos períodos, la economía mexicana se benefició del ajuste de portafolios (salida de inversión de países desarrollados que ofrecían una baja tasa hacia países emergentes que otorgaban un mayor rendimiento) derivado de la crisis Subprime y, posteriormente por, la crisis de deuda en Europa. En esos momentos, Banxico pagó una tasa promedio del 4.5% y 3.0%, los cuales en comparación a los niveles actuales son bajos, pero en esos momentos, las tasas mexicanas eran competitivas a nivel global.
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