Optimismo mexicano vs cautela mundial

Pensar en positivo siempre es un buen consejo cuando las cosas se ven difíciles. La duda es, ¿qué tan alejadas de la realidad están las optimistas estimaciones oficiales? Más aún cuando dichas expectativas “ideales” son la base del Presupuesto de Egresos y la Ley de Ingresos para un año complicado, como el previsto por grandes gurús financieros en 2023. La expectativa de crecimiento económico de 3%, inflación de 3.2% y un tipo de cambio de 20.6 pesos por dólar en México para el próximo año, son indicadores que se antojan aventurados contra las advertencias. Para muestra aquí hay dos: La del economista, Nouriel Roubini, quien predijo la crisis hipotecaria de 2008 y ahora anticipa el riesgo de un estancamiento económico mundial, pero con un incremento de inflación de graves consecuencias. Y la del presidente de la FED, Jerome Powell, quien hizo temblar los mercados con su mensaje de que el combate a la inflación en Estados Unidos traerá “dolor”, anticipando que seguirán los aumentos en las tasas de interés hasta controlar el problema. Nos queda a los mexicanos trabajar, invertir y cuidar el dinero, pues de cumplirse los buenos deseos de la Secretaría de Hacienda, estaremos mejor. Pero si fallan sus pronósticos, estaremos blindados.