Se acabó el 2022.
Un año que será recordado por las guerras, alta inflación, la reactivación del mundo tras la pandemia, y que deja importantes enseñanzas.
Éste es un repaso a tres noticias que movieron el 2022, y que cimbraron el planeta.
Pero también, una revisión a las reflexiones que aportan para el futuro.
LA INVASIÓN… Y OTRO TIPO DE GUERRAS
El 24 de febrero se cimbró la humanidad.
Esa mañana se confirmó que el ejército de Rusia había invadido Ucrania por cuatro diferentes puntos en búsqueda de, según el Presidente ruso Vladimir Putin, “desmilitarizar y desnazificar” a su país vecino.
Pero la guerra no inició ese día. Desde el 2014 se gestó este conflicto armado con la adhesión de Crimea a Rusia y la llamada Guerra del Dombás.
Más de 200 mil soldados rusos fueron concentrados en la frontera durante los primeros meses del 2022 hasta la invasión, justificada por la propaganda rusa por la intención de proteger a los habitantes de las autoproclamadas República Popular de Lugansk y República Popular de Donetsk.
De inmediato, los países occidentales reaccionaron apoyando a Ucrania con medidas económicas, sociales y hasta deportivas en contra de Rusia, en medio de temores de una confrontación nuclear.
Sin embargo, esta guerra ha sido como ninguna otra.
Se ordenó la congelación de activos y restricciones de viaje a miembros del gobierno ruso y su élite económica, así como la exclusión del sistema financiero de los más importantes bancos rusos.
Empresas como Coca Cola, McDonalds y Apple se retiraron de aquellos territorios.
Rusia, que proporciona alrededor de un tercio del gas de Europa, contraatacó con interrupciones continuas en el suministro, poniendo en jaque los pronósticos de inflación y actividad económica de sus vecinos occidentales.
De acuerdo con un reporte del Banco Mundial, esta guerra ha ensombrecido las perspectivas de una recuperación económica pospandémica para las economías emergentes y en desarrollo de la región de Europa y Asia Central.
“La actividad económica seguirá profundamente deprimida durante el próximo año, y se espera un crecimiento mínimo del 0.3 % en 2023, en un contexto en el que las crisis de los precios de la energía siguen afectando a la región. Hasta ahora, sin embargo, esta ha capeado la tormenta de la invasión rusa a Ucrania mejor de lo que se había pronosticado”, se lee en el comunicado.
Los precios de energía se han disparado en Europa, lo que ha causado que la inflación escale a máximos históricos.
Entre Rusia y Ucrania producen también casi un tercio del trigo y cebada que se consume mundialmente.
Esto se ha convertido en una carga para las empresas y también menos poder adquisitivo para los ciudadanos europeos, a quienes está afectando esta guerra.
Enseñanzas:
- En esta aldea global de economías interconectadas más que nunca, los conflictos bélicos tienen muchas más repercusiones en diferentes regiones.
- Los principales afectados continúan siendo los ciudadanos, pero ahora en sitios donde ni siquiera lo esperaban.
- Estas crisis traen oportunidades para quienes saben aprovecharlas; países como India, Brasil, Turquía y Corea del Sur se han convertido en proveedores de productos que anteriormente correspondían a Rusia.
LA COMPRA DE TWITTER
Elon Musk sacudió el ciberespacio: compró Twitter.
El 4 de octubre del 2022, el empresario cerró la adquisición de esta red social en 44 mil millones de dólares y con un valor por acción de 54.20 dólares, tras un azaroso proceso.
Ya desde el 14 de marzo, Musk había comprado el 9.1% de Twitter por 2 mil 640 millones de dólares y se le veía contento, tuiteando sobre los cambios que podría realizar para mejorar la plataforma del pajarito azul.
El multimillonario se quejaba que Twitter había perdido la brújula y que restringía muy frecuentemente la libertad de expresión, siendo la “plaza pública” más grande del mundo, y que el “discurso libre” debía estar por encima de todo.
Sin embargo, en lo privado, la relación con el director ejecutivo de Twitter, Parag Agrawal, iba mal. No podían ponerse de acuerdo sobre los cambios.
Musk se frustró y decidió hacer las cosas a su manera.
Así que el 14 de abril, el magnate hizo público que quería comprar Twitter en su totalidad, poniendo una oferta de 44 mil millones de dólares sobre la mesa.
Los miembros de junta de la compañía inicialmente rechazaron la oferta… aunque después cambiaron de opinión y decidieron aceptarla.
Pero ahora fue Musk el que comenzó a dinamitar la operación, cuestionando cuántas cuentas reales tenía Twitter, en medio de señalamientos de analistas de que estaba pagando de más y que los números de la red estaban inflados por los bots.
El 8 de julio, el magnate anunció que retiraba la propuesta, mientras la junta de la empresa aseguraba que no podía hacer eso, pues la oferta era vinculante.
Finalmente, en medio de amenazas de ir a los tribunales en un costoso juicio, se cerró la operación a principios de octubre.
Así que Musk, ya dueño de la compañía, comenzó a hacer los cambios que tanto esperaba.
Lo primero que hizo fue desencadenar una ola de despidos, entre ellos Agrawal, pero después implementó los cambios que tanto anhelaba.
En algunos países puso a la venta, por 8 dólares, la famosa “palomita azul” de verificación, que anteriormente suponía un proceso mediante el cual constataba que la persona detrás de la cuenta era la verdadera.
Así, una falsa Ely Lilly -pagando la nueva “verificación”- publicó que ahora regalaría la insulina, provocando una caída de 11 por ciento en acciones de la farmacéutica y pérdidas millonarias.
Un falso LeBron James anunció que había pedido salir de los Lakers, causando que diversos medios mordieran el anzuelo y replicaran la noticia de la supuesta inconformidad del legendario basquetbolista de la NBA.
Una falsa cuenta de la empresa de videojuegos Nintendo publicó a uno de sus personajes principales, Mario, haciendo un gesto obsceno.
Musk tuvo que cancelar este proyecto.
Enseñanzas:
- Por más que los usuarios las sientan como propias, las redes sociales no son plazas públicas, sino empresas privadas ligadas a intereses corporativos.
- Por más que seas millonario o innovador, como Musk, debes rodearte de personas que sepan sobre el negocio o vas a terminar tomando decisiones erróneas que pueden llevar a daños millonarios.
- A pesar de su penetración, algunas redes sociales aún siguen batallando para encontrar un modelo económico que sea sustentable en el largo plazo.
EL MUNDO CRIPTO NO ES COMO LO PINTAN
El 2022 provocó pérdidas millonarias a quienes apostaron con fuerza al mundo de las criptomonedas.
Lo que se pronosticaba sería simplemente un ciclo del mercado a la baja, fue más allá y dinamitó la confianza de los inversionistas en este mundo digital.
El detonante fue la caída de FTX, en ese momento el segundo exchange (plataforma de intercambio de criptomonedas) más grande del orbe, que vino a agravar el “criptoinvierno” que ya congelaba desde principios de año.
En mayo del 2022, el mercado de las divisas digitales sufrió una caída que provocó la pérdida de 2 billones de dólares. La incertidumbre por los índices macroeconómicos y la guerra en Ucrania hizo que grandes inversionistas se retiraran de las criptomonedas y sus altos riesgos.
“El mundo de las criptomonedas se derrumbó por completo esta semana en una liquidación que ilustró gráficamente los riesgos de las monedas digitales experimentales y no reguladas. Incluso cuando celebridades como Kim Kardashian y magnates de la tecnología como Elon Musk han hablado de las criptomonedas, las caídas aceleradas de las monedas virtuales como Bitcoin y Ether muestran que, en algunos casos, dos años de ganancias financieras pueden desaparecer de la noche a la mañana”, describió en ese momento el New York Times.
Algunos analistas comentaron que era cíclico y que iba a pasar. Incluso, en esos momentos, TFX ofreció apoyo financiero a empresas de su sector que estaban al borde del colapso.
Sin embargo, el portal especializado CoinDesk reveló que TFX estaba financiando con sus tokens a otra empresa de su CEO, Sam Bankman-Fried, lo que generó incertidumbre en los usuarios y clientes, provocando retiros masivos hasta que fueron suspendidos por la misma empresa.
Binance, el exchange más grande del mundo, intentó comprar a su rival por el temor al daño que esta caída provocaría al ecosistema de las monedas digitales, pero desistió al descubrir que el agujero financiero de liquidez era de 7 mil millones de dólares.
Otro incidente que mermó la confianza fue la debacle de TerraUSD, una criptomoneda cuyo valor se suponía estaba ligado a una moneda real, en este caso, el dólar.
Este invento del surcoreano Do Kwon tenía una capitalización de mercado de 18 mil millones de dólares, era un algoritmo que creaba y destruía monedas de Terra como Luna, una cripto hermana, para equilibrar el precio.
Sin embargo, una retirada de un gran inversionista llevó a una huida masiva de usuarios demostrando que no existía la solidez prometida. Kwon se encuentra hoy prófugo de la justicia.
El Bitcoin, presuntamente la moneda más sólida, que se vendía en 1 millón 400 mil pesos en noviembre del 2021, en diciembre pasado llegó a caer a los 306 mil pesos mexicanos, “No se trata sólo de una burbuja que está reventando. Es como la espuma: múltiples burbujas están estallando una tras otra”, dijo Fabio Panetta, miembro del Consejo del Banco Central Europeo, que busca regular estos activos digitales.
Enseñanzas:
- A pesar del auge de los últimos años y del entusiasmo juvenil, el mercado de las criptomonedas es más vulnerable de lo que muchos creen.
- Por más que se diga qué hay tecnologías y usos financieros en las divisas digitales, al final del día no hay respaldo más allá de un algoritmo… y la fe.
- El miedo inicial de perderse algo por no entrar a las criptomonedas se está convirtiendo en pánico por no poder salir a tiempo.
- Más allá de un “criptoinvierno”, se trata de una crisis de credibilidad.
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