El comportamiento de la inversión es de las principales interrogantes para los próximos 12 meses, ya que las condiciones adversas podrían ahuyentar los planes y dificultar nuevamente la plena reactivación, según la óptica de varios analistas.
Aunque la mayoría prevé que México continuará siendo receptor de proyectos productivos, aún a pesar de las dificultades en las principales economías del mundo, se reconoce que el riesgo de recortes está más latente hoy que en 2021 y 2022.
Si en algo coinciden los analistas sobre el futuro, es que el aumento de tasas de interés seguirá presente, al menos durante el primer trimestre del 2023.
En general se anticipa que será un año complicado, principalmente debido a las altas tasas de interés. Las cuales generarán pocos incentivos para los proyectos productivos y la generación de empleos en el país.
Apuestan al nearshoring
El fenómeno de relocalización de empresas que cobró auge en México el año pasado y permitió el crecimiento récord de 30% de la Inversión Extranjera Directa (IED), con una cifra de más de 32 mil millones de dólares en el último trimestre de 2022, difícilmente tendrá el mismo éxito este año, según advierten analistas.
El periodista de negocios, Carlos Mota, quien en el marco del aniversario 17 de Finestra ofreció una conferencia sobre las perspectivas económicas del país, destaca que actualmente Estados Unidos está buscando activamente lugares para invertir fuertemente mediante el “friendshoring”.
“Pero está buscando en Asia, ¿por qué?Porque quiere establecer los mismos estándares medioambientales, laborales y de ciberseguridad. Quiere ser socio de quien piensa igual en estos tres puntos”, destaca Mota.
Aunque México ya está recibiendo inversiones del vecino país del norte por el “nearshoring”. Principalmente por la búsqueda de proveedores de componentes eléctricos, electrónicos y autopartes en Baja California, Nuevo León y el Bajío, ahora los inversionistas estadounidenses están prefiriendo el friendshoring, antes que la cercanía geográfica. “Y ya están buscando el acercamiento en Vietnam, Malasia, Indonesia, Corea del Sur y Singapur. Procurando identificarse en valores y principios con estos socios”, refiere Mota.
Circunstancial
Respecto al potencial del nearshoring, Enrique Covarrubias Jaramillo, director de estrategia y análisis económico de Actinver comenta que la reubicación de cadenas productivas en nuestro territorio “fue un balón que nos llegó sin buscarlo”, haciendo alusión al Mundial de Fútbol. “Pero no hay garantía de que continúe el mismo crecimiento durante 2023”.
Ante los retos actuales, el impulso de la cultura financiera será fundamental, dice Covarrubias. “La inversión es hoy más que nunca una necesidad para lograr lo que el ahorro no puede: Ganarle a la inflación y mejorar los beneficios en un entorno de menor crecimiento económico”.
En tanto, analistas del grupo financiero BX+ señalan que si bien el nearshoring y el TMEC permitieron a México lograr en 2022 un crecimiento económico inesperado y sortear la incertidumbre con la generación de más empleos, el motor externo del que nos beneficiamos en el pasado reciente, se va a desacelerar este año en la medida que la economía estadounidense “se enfríe” y posiblemente entre en recesión.
Consideran que la llegada de más inversión extranjera asociada al nearshoring en los meses anteriores fue más por el “efecto sustitución” y para cumplir las disposiciones del TMEC, ya que el tratado comercial tiene reglas de origen más estrictas. Pero este año hay más riesgos. No sólo por la desaceleración económica global, sino porque la controversia comercial con Canadá y Estados Unidos sigue sin resolverse.
Por su parte Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base, no descarta que los inversionistas extranjeros seguirán privilegiando la cercanía de México con el mercado de América del Norte.
El pronóstico de Siller es que las exportaciones de México, que en 2022 aumentaron más de 20%, alcancen un crecimiento de 18% en 2023. Esto ayudaría a lograr un incremento moderado del PIB de apenas 1.5%, lo que sin embargo, nos pondría en mejor posición que otros países donde el PIB podría experimentar crecimiento negativo este año.
Los especialistas coinciden que el nearshoring es una condición necesaria para atraer la inversión foránea, pero insuficiente.
Por ello, esperar que esta ventaja geográfica siga atrayendo inversiones es muy riesgoso. Máxime cuando en este sexenio no ha habido suficientes garantías para la inversión extranjera.
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