Ahora que recién terminó el año, es momento de hacer un recuento de los daños. Ya que conozcamos los resultados del 2022 en donde hubo un comportamiento mixto, tenemos varias preguntas respecto a lo que nos depara el 2023. ¿Acaso creceremos menos de lo que crecimos en 2022? ¿Qué sucederá con la política monetaria de los bancos? ¿La inflación seguirá al alza, se mantendrá, disminuirá? El resultado económico de los países dependerá en gran medida de lo que suceda con los temas que se cuestionan anteriormente.

Comencemos por el crecimiento y la inflación. ¿Realmente podemos predecir qué sucederá con estos dos temas? La realidad es que se puede estimar, pero bien dicen muchas personas que los economistas tienen 2 trabajos, el primero es salir a decir qué creen que pasará, y el segundo es salir a decir por qué no pasó lo que pronosticaron. Pero la realidad de las cosas es que es algo demasiado incierto y difícil de saber, es por eso que el porcentaje de acierto no es tan alto, aunque por lo general nos sirve para darnos una idea de cómo están las cosas, o como dicen en mi pueblo, “tantearle el agua a los camotes”.

Según las decisiones económicas que ha tomado nuestro banco central, estaríamos esperando que la inflación se controle e incluso pueda disminuir para llegar a los rangos objetivo de Banxico. En caso de que el panorama no se aclare y los resultados que se vayan dando no funcionen, tendrán que ir corrigiendo en el camino la política monetaria, aunque siendo muy honesto, espero que con lo que se hizo durante 2022 sea suficiente.

Se estima que los crecimientos de las economías avanzadas sigan para abajo, y mientras la zona Euro y la Gran Bretaña atraviesan una recesión, aún no sabemos exactamente cuál será el resultado de la principal economía del mundo en 2023. Y es que en USA mientras el empleo no caiga, lo más probable es que el consumo (variable más importante del PIB) no caiga tampoco. El ramo industrial es el que sí podría tener algo de tensión e incertidumbre, principalmente por las tensiones geopolíticas entre USA y China, y también por el tema de la guerra en el este de Europa.

México tiene un panorama positivo y se espera que, a diferencia de otras regiones, no tenga “tan malos” resultados. Es probable que se desacelere el crecimiento del 2023 vs el 2022 pero será, probablemente, mejor que muchos otros países. Pudiera ser que la economía en nuestro país crezca por encima del 2%. El Banco de México elevó a fines de noviembre a un rango de entre 1.0% y 2.6% su previsión de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para 2023, de acuerdo a su último informe trimestral.

Si preguntamos quién debería de crecer más, económicamente hablando, y ponemos como opciones a México y a Estados Unidos, muchos pensarían que Estados Unidos, al ser potencia mundial, pero la realidad de las cosas es que la respuesta tiene que ser México, ya que es más sencillo (en teoría) que un país con un PIB más pequeño crezca más que un país que genera mucho más. Dicho de otra forma, ¿qué es más fácil, crecer 50% mis ahorros que son 10 pesos o crecer 50% los ahorros de mi amigo estadounidense que son 1,000 pesos? Obviamente es más fácil conseguir 5 pesos que 500, ¿no?

La economía nacional ha venido sorprendiendo porque ha tenido un desempeño “aceptable”, y a diferencia de la norteamericana, no esperamos que ésta caiga en recesión durante 2023. Aunque siempre se dice que Estados Unidos estornuda y a nosotros nos da gripe. Las remesas en máximos históricos y el comercio internacional han sido un pilar en nuestra economía en este año que recién terminó y se espera que lo sigan siendo. Es momento de recordar que las remesas NO son un logro de nuestro gobierno, son un logro de nuestros connacionales que con el sudor de su frente han podido enviar dinero a casa para poder seguir manteniendo a sus familiares ante la falta de oportunidades en nuestro querido país.

El súper peso también ha tenido resultados extraordinarios vs el dólar americano. Si comparamos los resultados de otras divisas, nos sorprenderemos de cómo se ha comportado nuestra moneda. Los principales factores para que esto sea así son, en gran parte, las remesas y el comercio internacional. Y a esto hay que sumarle que la gran mayoría de dólares que hay en circulación al día de hoy, se han impreso en los últimos 3 años. Nuestros vecinos del norte han inundado el mercado de dólares por su estrategia del Quantitative Easing y al fin y al cabo todo está relacionado con la escasez y la famosa ley de oferta y demanda.

Probablemente la inflación en nuestro país cederá como antes lo mencionamos, gracias a las decisiones que se han tomado desde Banxico, pero estamos a la deriva de lo que pueda suceder. La mayoría de los expertos (que como antes dijimos, no siempre le atinan) sitúan la inflación entre un 5% y un 5.5%. Veremos qué sucede, no hay que olvidarnos que uno de los principales objetivos de nuestro Banco Central es justamente controlar la inflación y el poder adquisitivo de los mexicanos.

La gran incógnita se centra en la tasa de referencia. La FED (Banco Central de Estados Unidos) también se estima que continúe subiendo la tasa, quizás a niveles de 5.50% en 2023 y eso, por ende, hará que la tasa en México también vaya al alza y quizás la encontremos en 2023 alrededor del 11%. Por lo tanto, lo más probable es que la tasa no disminuya. Todo esto con el fin de cumplir el objetivo de Banxico que justo se mencionó en el párrafo anterior. Claramente estos pronósticos son únicamente eso, y podrán cambiar conforme las circunstancias económicas vayan cambiando.