Estados Unidos: nuevamente al borde del impago

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Los legisladores de Estados Unidos enfrentan una importante discusión que podría afectar no solo a su economía, sino también al mundo. Si los republicanos y la Casa Blanca, liderada por el demócrata Joe Biden, no logran ponerse de acuerdo, Estados Unidos podría caer en un impago.

Esto se daría porque Estados Unidos llegó a su límite de deuda en enero pasado, lo que no le permite endeudarse más para realizar pagos de obligaciones ya pactadas. Usualmente, un país emite deuda para financiarse durante un tiempo, ya sea para pagar intereses de deuda colocada en los mercados o pagar el monto de deuda emitida tiempo atrás, así como pago de salarios a militares, etc. Estados Unidos es de los pocos países que tiene establecido por ley un límite de cuánto puede endeudarse.

A mediados de enero, la presidenta del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, envió una carta a los legisladores estadounidenses para solicitarles su apoyo para lograr un acuerdo que aumente o suspenda el techo de deuda, que actualmente se ubica en 31.4 billones de dólares. Yellen también advirtió que tomaría medidas extraordinarias para sobrellevar el momento, pero aclaró que la medida sólo funcionará durante un tiempo limitado (hasta junio aproximadamente).

Días después, el presidente estadounidense, Joe Biden, y el líder republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, sostuvieron un primer encuentro para hablar sobre el tema, pero no lograron ningún acuerdo. Anteriormente, elevar el techo de deuda era rutinario, pero a medida que el clima político se ha polarizado, ha aumentado el riesgo en torno al tope.

Los republicanos están dispuestos a elevar el techo de la deuda solo si Biden acepta recortes a los actuales gastos. Por su parte, Biden declaró que discutirá los recortes a gastos solo después de que se apruebe un incremento en el límite de deuda. Hasta el momento de escribir estas líneas, ambas partes están dispuestas a seguir conversando sobre el tema. 

La última vez que se incrementó el límite de deuda estadounidense fue el 16 de diciembre del 2021. Los legisladores acordaron un incremento de 2.5 billones de dólares, un 8.66%.  Previamente, la ley sobre el techo del endeudamiento estuvo suspendida por dos meses, pues el entonces líder republicano del Senado, Mitch McConnell, pactó la suspensión con los demócratas. En dicho periodo, la deuda estadounidense aumentó 0.5 billones de dólares.

Con la finalidad de hacer frente a la semi paralización de la actividad económica en 2020, el entonces presidente, Donald Trump, autorizó una serie de medidas para apoyar a los ciudadanos. En consecuencia, el techo de deuda se incrementó 6.41 billones de dólares entre agosto del 2019 y julio del 2021, periodo en el cual también estuvo suspendido el límite del techo de deuda. Como referencia, desde 2008 hasta la fecha, Estados Unidos se ha endeudado un 220% más, al contraer obligaciones financieras por 21.56 billones de dólares.

La historia

En 2011, Estados Unidos estuvo a punto de caer en cesación de pagos, pero tras tres semanas de intensas negociaciones se autorizó un incremento en el límite del techo de la deuda por 2.4 billones de dólares. El acuerdo incluyó un recorte en el gasto del gobierno por la misma cantidad. Pero días después, como consecuencia de los desacuerdos entre los republicanos y demócratas por el límite de deuda, así como por la preocupación por el déficit presupuestario de Estados Unidos, la agencia Standard & Poor’s recortó la calificación crediticia estadounidense de “AAA” a “AA+” y ubicó la perspectiva económica del país en panorama negativo.  Fue hasta junio del 2013, que la agencia modificó únicamente la perspectiva a estable, la calificación la mantiene sin cambios.

Clima político actual

Si bien no es la primera vez que se complican las conversaciones sobre el techo de deuda, el entorno político actual no es el ideal.  El principal punto es que los republicanos poseen la mayoría en la Cámara de Representantes, 222 escaños contra 212 de los demócratas.  Para quedarse como líder de la Cámara, McCarthy acordó que cualquier miembro puede llamar a destituirlo, lo que podría ocurrir si McCarthy negocia con los demócratas. Además, acordó colocar a tres conservadores de línea dura en el “Rules Committee” que establece la agenda de la Cámara, por lo que podrían bloquear la discusión o incluso la votación.

Si logra pasar por la Cámara de Representantes, la votación de la nueva ley podría ser más fácil, pues los demócratas cuentan con una estrecha mayoría en el Senado: 51 escaños y los republicanos 49.  Pero la votación pendería de un hilo si algún demócrata no estuviera de acuerdo con el plan. Ambas Cámaras deberán de autorizar el plan para que posteriormente sea firmado por el presidente Biden para su promulgación.

Consecuencias

Si los legisladores no logran aumentar o suspender el techo de la deuda antes de junio, Estados Unidos podría caer en un impago por hasta 21.4 billones de dólares, según el Departamento del Tesoro. De acuerdo con información de Bloomberg, Estados Unidos tiene el compromiso de pagar 5.21 billones de dólares en bonos que se vencerán a lo largo del primer semestre del año y 2.3 billones de dólares más en deuda el resto del 2023. Lo que es un hecho, es que si los legisladores no logran un acuerdo sería la primera vez que Estados Unidos caería en impago, generando un caos en el mercado. Habría afectaciones en su moneda, en los rendimientos de los bonos estadounidenses, en la prima de riesgo, en sus índices bursátiles y acciones; además se detendrían los salarios de personal gubernamental y las aportaciones de programas sociales. El movimiento local se extendería a todas aquellas naciones que tienen algún vínculo comercial con Estados Unidos, provocando así una crisis financiera global.