La inflación, las altas tasas de interés y la menor inversión están anticipando que las condiciones actuales podrían poner reversa a varios indicadores económicos durante el 2023.
Así lo prevén analistas, quienes anticipan que este podría ser el año de más contracción, después de la pandemia de COVID de 2020.
Esta perspectiva fue confirmada en los pronósticos del Fondo Monetario Internacional (FMI) al comienzo del año, ante la advertencia de que viene un descenso en el crecimiento del PIB mundial. El cual pasaría de 3.4% en 2022 a 2.9% en 2023.
Entre las señales que marcan menores perspectivas para los próximos meses, destaca la desaceleración de tres de los principales motores económicos: Estados Unidos, Unión Europea y China, que en conjunto representan 60.4% del PIB mundial y en la actualidad muestran signos de debilidad en comparación con los dos años anteriores.
Algunos de los riesgos que siguen presentes en el ámbito global son: El recrudecimiento del conflicto entre Rusia y Ucrania, el endurecimiento de las condiciones mundiales de financiamiento y posibles tensiones por sobre endeudamiento, así como el camino que seguirán recorriendo los bancos centrales para disminuir y controlar los altos niveles de inflación.
Expectativas para México
Aunque se anticipa un entorno internacional difícil, las apuestas siguen favoreciendo a México en cuanto al interés de los inversionistas extranjeros por el país. Y en esta expectativa, Jalisco estaría en la lista de los estados que podrían concretar proyectos productivos, de acuerdo con catedráticos de la Universidad Panamericana.
La analista, Nora Ampudia Márquez, señala que la economía jalisciense ha mantenido un mejor desempeño frente a economías como Nuevo León y Ciudad de México, por lo que no descarta que este año el PIB del estado crezca 1.9%, que aunque será menor al 2.9% de 2022, estará por encima del PIB nacional de 1.2%, previsto para 2023.
En tanto, representantes del grupo financiero, Bxmás señalan que los retos principales para la economía mexicana son: La inflación, las tasas de interés elevadas y el menor crecimiento de Estados Unidos.
Entre las oportunidades resalta el nearshoring, que seguirá favoreciendo la atracción de inversiones en nuestro país. También la estabilidad macroeconómica, indica el análisis de perspectivas que menciona factores como el nivel de endeudamiento de 49.4% del PIB, menor al 51% programado para 2022. Así como reservas altas que cubren tres meses de exportaciones y un tipo de cambio fuerte.
Desaceleración automotriz
Durante el primer trimestre el dinamismo económico de México estaría soportado en el sector Servicios, ya que la manufactura recuperó los niveles previos a la pandemia, pero el crecimiento de 5.5% en 2022 fue insuficiente, de acuerdo con el análisis del Centro de Investigación en Economía y Negocios del Tec de Monterrey.
Las remesas, que mantuvieron un crecimiento constante desde 2020, tienen una expectativa menor ante la desaceleración económica mundial. Igual las exportaciones de la industria automotriz, para las que se anticipa una disminución durante el primer trimestre de 2023.
El análisis de perspectivas del Tec de Monterrey, indica que de cada peso que México exporta, 80 centavos provienen del sector automotriz, por lo que un menor dinamismo impactará los resultados de la industria manufacturera de exportación este año.
Suscríbete a nuestro Newsletter
Mantente actualizado de las últimas ediciones.