El peso ganó terreno gracias a la Fed

0

Tras tres meses consecutivos de debilidad, el peso mexicano logró apreciarse 3.64% ante el dólar estadounidense durante noviembre, llegando a cotizar hasta en 17.0340 unidades.  La estimación de que la Reserva Federal ya no realizará más incrementos de su política monetaria, así como un ajuste en la calificación crediticia de Estados Unidos pesaron sobre el valor del dólar a nivel global, permitiendo la fortaleza de la moneda mexicana.

El mes inició con la expectativa de que el banco central estadounidense elevaría su tasa de interés por lo menos en una ocasión antes de que terminara el 2023; esto es durante su reunión de política monetaria de noviembre o de diciembre.  Pero esto no sucedió. La Reserva Federal, comandada por Jerome Powell, decidió mantener su tasa en el rango 5.25-5.50% citando actuar con cautela. Añadió que seguirán tomando las decisiones reunión a reunión.

Posteriormente, Powell declaró que no estaba seguro de que los incrementos en las tasas están logrando bajar la inflación a la meta del 2.0% establecida por el banco central (ya que se observó un repunte en los precios entre agosto y septiembre pasados).  Basados en esta declaración, la expectativa de un nuevo incremento en la tasa de interés disminuyó considerablemente después de que la Oficina de Estadísticas Laborales publicó que la inflación se desaceleró en noviembre a 3.2% tasa anual desde los 3.7% previos.  Hacia fin de mes, Powell reiteró su postura al comentar que aún es muy pronto para declarar terminada la guerra contra la alta inflación. Declaró que considera que se están obteniendo los resultados a los que se quería llegar, pero hasta la fecha probablemente aún no se han sentido en su totalidad por lo que es prematuro concluir que se ha logrado una postura suficientemente restrictiva.  Powell también dijo que el banco central está actuando con cautela a medida que los riesgos se presentan, pero están preparados para endurecer aún más su tasa si resulta apropiado hacerlo.   De esta manera, la proyección de un incremento al alza de su tasa de interés se desvaneció y aumentó la probabilidad de que recortes más profundos durante el primer trimestre del 2024.

Los datos que la Reserva Federal sigue detenidamente para tomar sus decisiones de política monetaria son la tasa de desempleo y la inflación. Durante octubre, se dio a conocer que se crearon menos empleos de los estimados y un aumento en la tasa de desempleo. Un mercado laboral ajustado limita la posibilidad de incrementos de tasas. Por su parte, la inflación general se mantuvo estable durante octubre mientras que la lectura anual continuó descendiendo. Pero la inflación subyacente, aquella que se calcula eliminando los productos que son altamente volátiles, continua incómodamente alta, si bien continúa descendiendo aún permanece por encima del indicador general y de la meta establecida por el banco central.  Entonces, con una inflación incómodamente alta y con una creación de empleo lenta, la Reserva Federal no tiene las herramientas para aumentar su tasa. Al contrario, si el sector laboral continúa presionado (al igual que las condiciones económicas) y la inflación se modera, el banco central podrá empezar a debatir un recorte de la tasa para evitar que la economia se desacelere más de lo estimado.  

En el aspecto nacional, lo más relevante fueron las declaraciones de dos subgobernadores del Banco de México. Por un lado, a través de las minutas de la última reunión de política monetaria se observan en el horizonte varios riesgos que implicarían un repunte de la inflación. Añadió que considera que la inflación esta descendiendo lentamente respecto a los meses previos.  Por su parte, Jonathan Heath, dijo que si la inflación continua baja, sobre todo la subyacente, se podría observar un ajuste a la baja de la política monetaria nacional en febrero o marzo. Dicho recorte podría ser en una o dos ocasiones en un ajuste con mucha cautela, por lo que no se espera que sea consecutiva. Sobre el crecimiento económico, el subgobernador comentó que el Producto Interno Bruto (PIB) podría situarse ente año en 3.4% o 3.5%, cifra que sería superior al pronóstico de 3.2% realizado por el Fondo Monetario Internacional. Antes que finalizara el mes, Banco de México anunció que espera un crecimiento del 3.3% este año, superior al 3.0% previsto en agosto. Para el 2024, la estimación pasó de 2.1% a 3.0%.