Hemos escuchado hablar mucho sobre esta palabra, sobre todo cuando hacemos algo que no nos gustó, la gente dice: deberías de hacer una introspección y cambiar las cosas que no funcionaron.
Estamos en el último mes del año y quiero invitarlos a realizar una introspección de cómo manejaron su dinero este año.
La introspección es indispensable para analizar el rumbo de la vida, evaluar estrategias de crecimiento personal y tomar sabias decisiones que ayuden a alcanzar sueños.
Y ¿qué crees? Muchos de los sueños que tenemos tiene que ver con dinero, recordemos que el dinero es el medio para alcanzar los fines (objetivos, sueños). Es el trampolín que nos ayudará a alcanzar nuestros deseos…
¿Este año ya hiciste una introspección sobre tu economía?
Es bueno hacerlo con regularidad, porque de no ser así, caemos en un estado de confort que nos estanca. Modificar malos hábitos puede ser una tarea difícil, pero la introspección nos ayudará a detectar esas fallas a tiempo y corregir el rumbo de nuestra vida financiera.
¿Cómo empezar?
- Revisemos los antecedentes del pasado.
Es importante echar un vistazo al pasado y hacernos algunas preguntas, ¿Cuáles han sido mis fallas más habituales? ¿Dónde pierdo el control? ¿Bajo qué circunstancias he tenido éxito? ¿Qué estrategias me llevan al cumplimiento de mis metas? Eso nos dará un panorama más claro de las fortalezas y debilidades que tenemos, y de ahí podemos partir a buscar un plan de acción.
- Hagamos una autoevaluación con base a resultados:
Cada vez que estemos en un proceso de introspección, ya sea nuestro negocio, estado físico, o bien una meta financiera, es fundamental analizar si se logró el objetivo inicialmente establecido.
- Tomar la firme decisión de superar las fallas personales.
Si ya detectamos las fallas, hay que enlistarlas. Y tomemos la firme decisión de vencer esas conductas inadecuadas de forma definitiva. Ya caímos en cuenta qué específicamente fue lo que no nos dejó avanzar, no necesitamos comportarnos más tiempo de esa forma. ¡Basta, es un momento de cambio!
- Autocrítica constructiva.
Al realizar la introspección evaluaremos aspectos positivos y negativos, en el momento que analicemos las fallas, necesitamos hacerlo con una actitud positiva, con expresiones que nos alienten, ¡Sé que puedo mejorar! ¡En el pasado pude deshacerme de malos hábitos, lo haré de nuevo!, etc.
Ya lo decía Henry Ford, si tu cerebro cree que puede. Es cierto. Pero si cree que no puedes, también es cierto. Así, analiza de qué manera te estás hablando.
Feliz navidad.
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