Estar endeudado es un motivo de estrés para la mayoría de las personas, y más cuando las deudas que tenemos no fueron del todo bien pensadas.

Pero comencemos con la definición de la palabra deuda:

Obligación que tiene una persona de pagar o devolver una cosa, generalmente dinero.

Obligación moral que tiene una persona de dar una cosa o corresponder a algo.

Es decir, es una obligación que adquirimos y hay que pagar en determinado momento con determinadas condiciones previamente estipuladas.

La palabra deuda casi siempre genera estrés, cuando no debería ser así, ya que satanizamos la palabra y como la mayoría de veces nos endeudamos a la mala, pensamos que siempre está mal endeudarse. Pero no es así, hay deudas buenas y deudas malas.

La deuda mala: se refiere a dinero prestado que no brinda ningún valor a largo plazo ni aumenta tu riqueza neta. Estas son deudas que tienen altos intereses y que se utilizan para adquirir bienes o servicios de valor decreciente. El ejemplo más claro de la deuda mala son las tarjetas de crédito.

Por el contrario, la deuda buena: se usa para referirse a aquellas deudas que son consideradas inversiones para nuestro futuro financiero. Normalmente, son deudas que tienen bajos intereses y se utilizan para adquirir bienes o servicios cuyo valor se espera que aumente con el tiempo, o para generar ingresos.

Entonces, son cosas completamente diferentes y para poder tener una vida financiera tranquila y exitosa, lo primero que debemos entender muy bien, son estos conceptos.

Ahora que lo tenemos claro, necesitamos tener control de nuestros gastos y cada que vayamos a hacer una compra, debemos preguntarnos si podemos pagarlo, si nos vamos a endeudar para adquirirlo, cuanto tiempo me va a llevar, liquidarlo y al final cuantos intereses pagué, si ese bien es duradero, o simplemente es un gusto fugaz que no generará valor a mis finanzas y será un gasto compulsivo.

Si ya estás endeudado, pero quieres comenzar este 2024 sin deudas, lo primero que debes hacer es empezar por hacer un plan para comenzar a pagarlas. Y que sea lo antes posible.

Empieza por hacer una lista de todas tus deudas (tarjetas de crédito, crédito de auto, créditos educativos, hipotecario, etc). Incluye el balance actual, el pago mínimo al mes y la tasa de interés. Luego determina cuánto dinero puedes añadir a los pagos de deudas para concluir en menos tiempo.

Si tienes varios créditos, revisa las tasas de interés de cada uno. Muy probablemente resultará beneficioso juntarlos en uno solo, si es factible. Así pagarás menos intereses.

Cuando estés trabajando en la reducción de una deuda, es importante que tengas un «colchón» para pagar cualquier emergencia que pueda surgir en el camino.

Una vez que estés en ese proceso es vital que no adquieras más deudas, debes concentrarte en pagar hasta el final. Y a partir de ahí, cada que vayas a comprar algo siempre pregúntate si lo necesitas o lo deseas. Qué beneficios trae a tu vida, o si solo es algo pasajero que no suma a tu economía. No estoy diciendo que jamás vuelvas a gastar dinero en gustitos, estoy sugiriendo que cuando tengas tus finanzas en orden puedes administrar tus recursos de tal manera que destines un porcentaje para cosas que te gusten sin desbalancear tus finanzas. Que tu 2024 empiece con el pie derecho. ¡Feliz año nuevo!