Durante el 2024, los principales focos de atención en los mercados financieros globales serán, una vez más, la inflación y las decisiones de política monetaria de los principales bancos mundiales, especialmente de Estados Unidos; aunque con un enfoque un poco diferente. Pero esos no serán los únicos temas en los que se enfocarán los mercados. A continuación, les platicamos de los temas que consideramos serán los eventos predominantes en el ámbito económico-financiero:

Las tasas de interés y la inflación

A comparación de 2022 y 2023, cuando se elevó la tasa de interés de referencia, este año el mercado estará enfocado en las proyecciones de cuándo y en qué intensidad el banco central estadounidense recortará su tasa de referencia.  Pero para que esto suceda, será necesario que la inflación general y subyacente converjan a la meta de la Reserva Federal (2.0%), situación que no se ha dado hasta ahora, pero que pareciera que sigue en camino hacia el objetivo. 

Actualmente, la tasa de interés en Estados Unidos se mantiene en 5.25-5.50%, sin cambios desde julio pasado, pues autoridades están a la espera de los resultados de los incrementos realizados. El problema es que la inflación rebotó entre agosto y septiembre, por lo que se puso en la mesa la posibilidad de nuevos incrementos de tasas. En octubre descendió una vez más. 

En 2024, especialmente en el primer semestre del año, se podrían registrar una vez más presiones inflacionarias (derivados de los conflictos bélicos actuales, así como por altos precios de los energéticos, granos y alimentos) por lo que la tasa de referencia se podría mantener en los niveles actuales por más tiempo. Por esta razón, algunos analistas consideran que los recortes se darán hasta el segundo trimestre del año, mientras que de acuerdo con CME FedWatch Tool, existe un 55.7% de probabilidad de que el primer recorte se realice en marzo.

Es importante mencionar que la decisión que tome la Reserva Federal será seguida muy de cerca por otros bancos centrales, algunos podrían seguir su ejemplo y realizar ajustes a la baja a la par del estadounidense, de ahí su relevancia.

Elecciones

Tanto en México como en Estados Unidos se buscará una continuidad política, ambas elecciones serán de suma importancia.  El 2 de junio y el 5 de noviembre, respectivamente, los ciudadanos decidirán si eligen continuar con el proyecto político actual (Morena en el caso de México y Demócrata en Estados Unidos).

Específicamente no se espera un escenario de incertidumbre en México, como en las elecciones de 2018, pero sí preocupa qué postura tendrá el próximo líder, sobre todo en temas fiscales, de inversión extranjera (nearshoring) y de seguridad.  Eso sí, las campañas serán duras y competitivas en búsqueda de mantener el régimen político.

En Estados Unidos tampoco están definidos los candidatos oficiales, pero es posible que Joe Biden, actual presidente, busque la reelección y que se enfrente al controversial expresidente republicano Donald Trump. Se espera que la campaña sea controversial, por lo que podría afectar el mercado financiero.

China

El país asiático también será un protagonista en 2024. El mundo seguirá muy de cerca su crecimiento económico, los apoyos económicos que podría inyectar el gobierno y la evolución del sector inmobiliario. Las diferencias comerciales entre China y Estados Unidos también serán un punto de referencia.

Conflictos bélicos

La misión militar especial de Rusia en Ucrania cumplirá 2 años en febrero, aún no se ve una resolución en el horizonte. El conflicto geopolítico entre Israel y Hamás continúa en un punto álgido, con impactantes ataques constantes y se podrían escalar aún más. Hasta el momento, Estados Unidos ha aplicado tres rondas de sanciones a integrantes de Hamás y a otras personas que forman parte de su red financiera para transferir dinero a Gaza. Reino Unido y Francia también han congelado las cuentas de personas relacionadas con el grupo militante palestino.

Otros temas

El mercado estará atento a otros escenarios que, si bien no se consideran cruciales para la evolución de la economía mundial en 2024, dependerá de su evolución para que tomen relevancia.

Por ejemplo, los legisladores estadounidenses deberán negociar nuevamente sobre el presupuesto fiscal para cubrir los gastos públicos de su país hasta septiembre. Los líderes han postergado una resolución final, pues sus diferencias no se lo permiten y solamente han creado estrategias para financiar al gobierno por unos cuantos meses. El año pasado, esta decisión llevó a Fitch Ratings a recortar la calificación crediticia de Estados Unidos a «AA» desde «AAA» mientras que Moody’s bajó la perspectiva de la calificación a negativa.

Un incremento en el precio de las diversas variedades del petróleo derivado de una nueva escalada en alguno de los conflictos bélicos o por recortes severos por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) podrían presionar nuevamente a la inflación en todo el mundo.

Lo anterior, podría contribuir para que en alguna economía se registre una estanflación. La peligrosa combinación de una alta inflación y un estancamiento económico se podría dar, pues actualmente la política monetaria restrictiva está afectando a algunos sectores económicos, como el inmobiliario. Hasta el momento, las cifras de desempleo se han mantenido positivas, aunque se ha observado una desaceleración en la creación de empleos en Estados Unidos. Pero, definitivamente, el escenario no se descarta.