Este año será clave para el mundo y para nuestro país. Las guerras territoriales y comerciales, las elecciones en diferentes países, los avances tecnológicos, el crecimiento económico y las preocupaciones ambientales serán temas predominantes.

En particular, una gran cantidad de aplicaciones tecnológicas (inteligencia artificial principalmente) estarán al alcance, mientras en todos los ámbitos se estará trabajando para adoptar lo mejor posible aquellas que harán más eficiente el trabajo, la comunicación o los intercambios comerciales.

En este panorama tecnológico, se vislumbra la necesidad de acrecentar la educación financiera y la incorporación y desarrollo de aplicaciones digitales.

Como lo señala el Dr. Carlos Urzúa*, mientras más cultura financiera tenga un país, mejor será el país. Por un lado, es importante involucrar a los niños para que reconozcan la importancia del ahorro, y por otro lado se deben utilizar las redes sociales para llegar a diferentes sectores sociales. Las charlas de FINESTRA, afirmó, son un ejemplo de cómo fomentar la cultura financiera.

Esto no es nuevo ya que a través de los años, diferentes organismos (Museo Interactivo de Economía, Instituto de Protección al Ahorro Bancario, Secretaría de Educación Pública, además de instituciones bancarias) han realizado esfuerzos para promover la inclusión financiera.

En opinión del Dr. Urzúa, contamos con gente muy preparada por lo que debemos apoyar al sector financiero y el de informática. Para ser un país eficiente debemos comportarnos como un país grande, diversificado, manufacturero; el error es no pensarnos como país con una cultura empresarial.

El papel de las instituciones

La educación financiera combinada con más y mejores opciones digitales de acceso a los servicios puede facilitar la inclusión financiera. Un ejemplo es la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF) , quien organiza la Semana Nacional de Educación Financiera (SNEF) desde 2008. Existen también cursos, talleres y diplomados en finanzas personales.

Aproximadamente el 49% de los mexicanos están bancarizados, sin embargo, parece que se requieren nuevas acciones para lograr que la población se acerca más al uso de servicios financieros. La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2023 (ENIF) con datos de 2022 muestran un incremento en actividades financieras para ayudar al manejo adecuado del dinero.

En ese año había 16 mil 641 sucursales (8% de incremento), 63 mil 842 cajeros automáticos (crecimiento de 6%), y 4.9 millones de terminales punto de venta (TPV) de la banca y de las Entidades de Ahorro y Crédito Popular,

El incremento en estos indicadores parece ser uno de los factores asociado a un incremento en el uso de servicios. Los créditos a personas físicas alcanzaron los 65.7 millones (incremento de 13%), el ahorro voluntario en las Afores llegó a 165.8 mil millones de pesos (aumento de 12%), el número de transacciones y transferencias fue de 6.9 mil millones (crecimiento de 4%) principalmente a través de TPV con mil 122 millones de operaciones. Jalisco ocupó el 4º lugar con 12,485,807 de transacciones.

Ambas tendencias muestran el avance en la cultura financiera del país. Sin embargo, aún hay grandes sectores poblacionales que se mantienen al margen no sólo del uso de tarjetas o compras y pagos digitales sino del manejo de finanzas personales como el ahorro o la inversión.

Qué dicen los datos sobre la cultura financiera en Jalisco

El camino es largo. El 62.1% de las familias jaliscienses no elabora un presupuesto de gastos, además de que sólo el 6.5% tiene ahorros para subsistir durante 3 meses. Esto de alguna manera explica que el 19.5% de los hogares ahorre en alguna institución financiera.

Otros datos de la ENIF son muy reveladores. El 89.7% de los hogares utiliza efectivo en compras de 500 pesos o menos, mientras que alrededor del 3.1% lo hace con tarjeta de débito o crédito respectivamente.

Hay cuatro datos que se destacan respecto al uso de instrumentos financieros. El 28.9% cuenta con una tarjeta de tienda departamental; el 34.1% tiene algún tipo de ahorro para el retiro; el 40.6% tiene tarjeta de débito; y el 20.5% tarjeta de crédito. Si vemos los datos sobre los diferentes tipos de crédito como vivienda y automotriz, personal o de nómina, o la adquisición de seguros como el de vida, automotriz y gastos médicos, los porcentajes son muy bajos.

Lo que se espera

Se pueden atribuir varias causas a la falta de educación financiera que pueden ir desde la pobreza, la economía informal, el detrimento de la educación, las restricciones impuestas por las instituciones financieras, la falta de acceso a créditos para mujeres y pequeños empresarios, etc., pero para el ciudadano común conocer las herramientas básicas para manejar las finanzas personales es el primer paso para la inclusión financiera.

Los analistas de la Primera Cumbre de Desarrollo Económico Digita coinciden en que la adopción rápida de nuevas tecnologías por parte del sistema financiero y bancario ayudará al crecimiento económico nacional e individual.

Para este año se esperan avances en la bancarización digital para ofrecer acceso a servicios y herramientas financieras de fácil uso.

Por su parte, el IMCO considera que el desarrollo de un sistema financiero competitivo a través del acceso a los servicios de cómputo en la nube permitirá alcanzar los objetivos de inclusión financiera en México.

Pero también se debe enfrentar el hecho de que muchas personas continúan utilizando efectivo debido a la falta de educación financiera, la falta de confianza en el sistema financiero o al desconocimiento del uso de tecnología digital.

Los datos de la Confederación de Cámaras Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CONCANACO) concuerdan con esto ya que durante el Buen Fin de este año el 73.5% de los consumidores pagó con efectivo mientras que el 26.5% con tarjetas de crédito o débito. El Banco de México avala los números al señalar que la demanda de efectivo durante ese periodo aumentó.

Ante este escenario, para este 2024 se esperan grandes avances tecnológicos en el sistema financiero y bancario a la par de mejores resultados en la educación financiera.