El comercio mundial y sus barreras actuales

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Un comercio mundial estable es crucial para reflejar un crecimiento económico sólido, ya que cualquier interrupción en las operaciones comerciales puede tener un impacto significativo en la actividad económica de múltiples países.

Durante varios años, el comercio mundial ha enfrentado diversos desafíos, entre los cuales destaca el reajuste en las cadenas de suministro entre 2020 y parte del 2022. Este reajuste, particularmente notable en el transporte marítimo, representa el 80% del volumen del comercio mundial. , se debió a una crisis de contenedores y bodegas vacías causada por cambios en la oferta y la demanda como consecuencia de la pandemia. Además, se observará una disminución en la mano de obra en los puertos, lo que generó cuellos de botella para la descarga de mercancías, cuarentenas en buques y escasez de transporte terrestre, afectando las conexiones intermodales en la logística común de las mercancías, entre otros problemas. Este escenario provocó un incremento notable en el precio del transporte marítimo, que pasó de 1.885,17 dólares por contenedor a finales de junio de 2020 a 10.337,19 dólares por contenedor durante la tercera semana de septiembre de 2021, influyendo directamente en el aumento de la inflación global al trasladarse este incremento de costos al precio de las mercancías finales para los consumidores.

A pesar de ciertas disminuciones en los precios de los fletes marítimos después de la invasión de Rusia a Ucrania en febrero de 2022 y de la política de tolerancia cero implementada por China, que provocó el cierre del Puerto de Shanghái, el más importante del mundo, se registró nuevamente un considerable incremento en el costo del transporte marítimo, derivado de algunos desafíos que enfrenta el comercio mundial. Estos desafíos podrían tener implicaciones significativas en el comercio y la economía global en el futuro, especialmente al ejercer presiones al alza sobre los precios de los productos en todo el mundo.

Uno de estos desafíos es la sequía que afecta al Canal de Panamá, considerada la segunda ruta marítima de transporte de mercancías más importante del mundo. La reducción en las lluvias en la región, aproximadamente un 20.0%, ha llevado a una disminución en los niveles de agua en el canal, obligando a reducir la cantidad de buques que pueden transitar por la vía o limitar su capacidad de carga. Esto ha provocado largas filas de embarcaciones en espera de cruzar el canal, así como pagos extraordinarios para asegurar prioridad en el tránsito. Aunque el gobierno panameño cuenta con un plan para liberar agua desde un embalse secundario, este tardaría alrededor de seis años en implementarse y no proporciona una solución a largo plazo.

Otro desafío significativo es la serie de ataques a embarcaciones en el Mar Rojo desde octubre de 2023, iniciados poco después del recrudecimiento del conflicto geopolítico entre Israel y Hamás. Los hutíes, un grupo paramilitar de Yemen y aliados de Hamás, han lanzado ataques a embarcaciones relacionadas con Israel en represalia a los ataques recibidos por la Franja de Gaza. Estos ataques han obligado a algunas navieras a tomar rutas alternativas, evitando el Mar Rojo y aumentando los costos de transporte marítimo debido al aumento en la duración del viaje, los mayores costos de combustible y seguros, y el riesgo de ataques de piratas somalíes.

Estos desafíos, junto con las tensiones geopolíticas y los cambios en los patrones comerciales, podrían resultar en una desaceleración del comercio mundial, según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). Las perspectivas para el comercio mundial en 2024 son inciertas y pesimistas, lo que subraya la importancia de abordar estos desafíos de manera efectiva para mitigar su impacto en la economía global.