El tipo de cambio rozó las 18 unidades

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Tras dos meses de apreciación, el peso mexicano cambió su tendencia y se depreció un 3.51% durante abril; periodo en el cual llegó a cotizar momentáneamente hasta en 18.2119 unidades como respuesta a la incertidumbre económica.

Durante la primera quincena del mes, el tipo de cambio se mantuvo estable cotizando por debajo de las 16.50 unidades. De hecho, se apreció hasta a 16.2616 unidades nivel no visto desde agosto del 2015, pero posteriormente, la publicación de datos de la inflación superior a lo previsto y por un incremento en las tensiones geopolíticas debilitó a la moneda nacional.

La Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos publicó que la inflación al consumidor se aceleró 0.4% en marzo, superior a lo previsto por los analistas, presionado por un incremento del 1.7% en el precio de la gasolina y del 1.5% en el precio de los servicios de transporte. A tasa anual, la inflación se aceleró a 3.5% desde el 3.2% previo alcanzando el mayor nivel en el último semestre. Posteriormente, se dio a conocer que el Índice de Precios al Productor avanzó solamente 0.2% en marzo, inferior a lo previsto (0.3%) y al mes anterior; es la menor variación en lo que va del año. Pero en su comparación anual, la inflación al productor se aceleró de 1.6% a 2.1%, analistas esperaban que se subiese hasta 2.2%.

Tras esta noticia, las expectativas de los próximos movimientos de política monetaria de la Reserva Federal se ajustaron considerablemente por lo que el dólar se fortaleció a nivel global; por añadidura se depreció el peso. De acuerdo con la herramienta FedWatch de CME, al cierre de abril la probabilidad de que las tasas de interés estadounidenses se mantengan en el actual rango de 5.25-5.50% durante la reunión programada para junio fue de 90.28%; a inicios abril la proyección era menor al 40%. La mayoría de los participantes del mercado ahora estiman que el banco central solo realizará un ajuste de 25 puntos a la baja en todo el año, por lo que la tasa se ubicaría en 5.0-5.25%. Hace 30 días atrás, la mayoría esperaba un recorte de 75 puntos básicos a lo largo del 2024.  

Respecto a las tensiones geopolíticas, el mercado estuvo atendo y preocupado por las posibles consecuencias económicas derivadas por una serie de ataques y contraataques realizados entre Irán e Israel, así como un plan de invasión israelí a la ciudad sureña de Rafah, en Gaza. Joe Biden, presidente de Estados Unidos, intranquilo especialmente por la posible invasión a Rafah, pidió a Israel que implemente medidas concretas para minimizar el daño a civiles en la Franja de Gaza y garantice la seguridad de los trabajadores humanitarios. De acuerdo con un comunicado, Biden dejó claro a Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí, que su apoyo dependerá de las acciones que tome Israel para cumplir con dicha petición. Tras varias sesiones de incertidumbre, actualmente hay una aparente calma entre Israel e Irán, mientras que Israel sigue atacando a Gaza; en Rusia y Ucrania continua el conflicto geopolítico.

Durante abril, la mayoría de las monedas emergentes y desarrolladas cerraron con pérdidas ante el dólar estadounidense. El yen japonés cayó 3.90% a pesar de que al parecer autoridades monetarias intervinieron su moneda después de que el yen se depreció hasta las 160.17 unidades ante el dólar el pasado 29 de abril.  El Banco de Japón no ha confirmado la intervención, pero Reuters proyecta que pudo haber gastado 5.5 billones de yenes (35 billones de dólares) con la finalidad de alejar a su moneda en el mínimo de 34 años.

El real brasileño se bajó 2.66%, el won coreano retrocedió 2.37% y el peso argentino bajó 2.17%. El euro y la libra se depreciaron 0.72% y 0.48%, respectivamente, el franco suizo bajó 1.64%. Entre las pocas monedas que se fortalecieron ante el dólar estadounidense estuvieron el peso chileno y el rand sudafricano, las cuales se apreciaron 2.56% y 0.85%, respectivamente; el forint húngaro subió 0.26%.