En México existen más de 630 fondos de inversión, 36 casas de bolsa y 49 bancos. A través del SIC (sistema internacional de cotizaciones) podemos comprar acciones de más 3,800 empresas alrededor del mundo. Sumado a esta gran cantidad de opciones para invertir nuestro dinero en el sistema financiero, tenemos a cientos (o miles) de “influencers” en redes sociales, dando consejos sobre inversiones, y por supuesto, la opinión de amigos, familiares y conocidos que nos pueden confundir o mal aconsejar sobre cómo y dónde invertir.
¿Dónde invertir? Es una pregunta cuya respuesta, desde mi punto de vista, puede ser respondida, poniendo nuestra atención particularmente en 3 elementos:
La inflación: el principal, primer y posiblemente el más importante elemento que un inversionista debe revisar es la inflación. La razón de invertir (a diferencia de ahorrar) es que el capital actual mantenga su poder adquisitivo a través del tiempo.
Una idea popular aquí en nuestro país es invertir en dólares, entonces, si por ejemplo hace 10 años hubiéramos invertido en pesos mexicanos el equivalente a 10,000 dólares, con un tipo de cambio de 13.24 (julio 2014), hoy tendríamos el equivalente a 177,400 pesos (tipo de cambio a 17.74), una ganancia de 45,000 pesos o casi 34%, pero la inflación acumulada en ese periodo fue de 58%. Entonces, en términos reales, nuestra inversión perdió frente a la inflación. Por lo que la pregunta aquí es: ¿Esta inversión superará a la inflación?
El horizonte de inversión: “Alguien está sentado a la sombra de un árbol, porque alguien más lo plantó hace mucho tiempo” es una frase atribuida a Warren Buffett. En el corto plazo, casi cualquier decisión de inversión puede parecer una apuesta. Es en el largo plazo donde podemos encontrar mejores retornos.
Lo anterior no significa que invertir a corto plazo sea una estrategia incorrecta. Lo complicado es cuando queremos ver resultados inmediatos en nuestras estrategias de inversión, o cuando por sentir seguridad, invertimos siempre a corto plazo, perdiendo oportunidades importantes. ¿Cuánto tiempo puedo mantener esta inversión? Es una pregunta interesante.
Naturaleza del activo: todos queremos al invertir, ganar más dinero, pero algunos pueden preferir ganar dinero periódicamente y otros posiblemente solo quieran especular con la diferencia de precios. Dicho de otra manera, existen activos que generan flujos de caja predecibles y periódicos como los certificados de depósito, los bonos gubernamentales, la deuda corporativa, distribuciones de efectivo en forma de intereses o dividendos, o rentas de bienes inmuebles.
Existe también otro lado de la moneda cuando invertimos en activos denominados de renta variable (debido a sus retornos variables) y especulamos comprando en un precio y vendiendo (idealmente) más caro: comprar y vender propiedades, acciones de empresas, divisas, fondos de inversión de renta variable, ETF’S, o simplemente comerciando en negocios tradicionales de compra y venta.
Entender la naturaleza del activo en el cual estoy o quiero invertir, es fundamental. Sería, por ejemplo, ilógico, que nos inviten a invertir en activos de renta variable, pero otorguen rendimientos en forma de interés sin riesgo y sin volatilidad, o que un negocio en crecimiento distribuya dividendos. Lo anterior no es acorde a la naturaleza del activo. Estar atentos a este último elemento puede hacernos tomar mejores decisiones de inversión, y en muchos casos, evitar perder nuestro capital.
Como conclusión, antes de tomar cualquier decisión de inversión, tomarnos un poco de tiempo para pensar y entender los elementos anteriores puede ser muy útil para nuestra cartera. Nos leemos pronto.
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