Que suba la bilirrubina o el azúcar siempre puede ser un tema de inquietud para muchas personas, pero ¡el chayote!… Efectivamente, la subida del chayote jamás había dado tanto de qué hablar hasta hace unos días, cuando se convirtió en uno de los alimentos que más afectó el índice inflacionario y, desde luego, también la canasta básica.
En México, estábamos acostumbrados a los aumentos exagerados del aguacate y hasta del limón, pero no se tenía referencia de un incremento de 129, por ciento, como el registrado en semanas recientes en el precio de esta hortaliza.
Llama la atención que Jalisco junto con Puebla fueron de los estados donde más se ajustó el precio al alza, aún y cuando Jalisco es uno de los principales productores, o era hasta antes del boom del cultivo de agave. El chayote sin espinas, el más consumido por los mexicanos, llegó hasta 120 pesos por kilo.
El punto es que, primero por la sequía y luego por las inundaciones, los precios de los productos agrícolas siguen presionando la inflación y dando pie a que el Banco de México mantenga el nivel de la tasa de referencia en dos dígitos.
Esto resulta muy positivo para quienes están ahorrando o invirtiendo y se ven beneficiados, no con el oro, pero sí gracias al aumento de productos como el chayote.
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