Con todo este boom de la IA, nos preguntamos si puede ayudarnos en estos temas… Y, ¡oh! Sorpresa, si le preguntas a ChatGPT sobre si la inteligencia artificial puede sustituir a un consultor financiero, la respuesta del chatbot es clara: “La IA puede ser útil en la toma de decisiones financieras, pero es poco probable que reemplace por completo a un asesor financiero”. Aunque esto puede ser un alivio para los profesionales del sector, no significa que no podamos beneficiarnos de esta tecnología. De hecho, las aplicaciones de inteligencia artificial ya están influyendo activamente en nuestras finanzas personales, incluso si no somos conscientes de ello.
Pero, ¿es prudente confiar nuestras decisiones financieras a estos sistemas inteligentes? Aunque estos sistemas no funcionan como una varita mágica que soluciona todos nuestros problemas financieros de golpe, la verdad es que pueden ser una gran ayuda en varios procesos.
Ahora, entendamos primero de que va la inteligencia artificial: se define como sistemas informáticos que imitan el procesamiento y la toma de decisiones humanas. En finanzas, transforma operaciones, inversiones y relaciones con clientes.
Pero esto, a las personas comunes y corrientes, ¿de qué nos sirve? Pues de mucho, ya que podemos analizar gastos, ingresos, sugerir presupuestos e identificar oportunidades de ahorro (que nunca vienen mal). Esto no solo nos ahorra tiempo, sino que también nos puede ofrecer insights que quizás no sean evidentes a primera vista para la mayoría.
Volvernos aliados sería buena opción, por ejemplo: Cuando regresamos de vacaciones, nos encontramos con la realidad de tener que pagar la renta, comprar comida para el mes, pagar el gimnasio y las suscripciones a plataformas de streaming. En medio de este ajetreo financiero, es común perder de vista nuestros gastos, lo cual puede afectar nuestra capacidad de ahorrar. Aquí es donde entra en juego la inteligencia artificial como una aliada. Al integrar con nuestras cuentas bancarias y registros de gastos, obtenemos una herramienta poderosa que organiza automáticamente nuestras transacciones, identifica nuestros hábitos de gasto y nos sugiere cómo ajustarlos para maximizar el ahorro. Por ejemplo, Mint es una aplicación gratuita que utiliza la IA para proponer objetivos de presupuesto basados en nuestros gastos, mientras que también nos permite personalizar y categorizar nuestras transacciones según nuestras necesidades.
Las finanzas personales son un dolor de cabeza para la mayoría de las personas. Pero el uso de hojas de cálculo para realizar un seguimiento de lo que gasta y presupuestar en consecuencia ya no tiene por qué ser parte de su lista de tareas pendientes: existen herramientas de inteligencia artificial que pueden hacer esto por usted.
Además de ayudarlo a administrar sus gastos, las aplicaciones basadas en inteligencia artificial ahora pueden brindar asesoramiento de inversión personalizado basado en las tendencias del mercado.
Aprovechar la IA para la gestión patrimonial también puede ayudar a los clientes a comprender resultados potenciales basados en simulaciones de diferentes decisiones financieras, ayudándolos con escenarios como la planificación de la jubilación o la evaluación de riesgos.
La inteligencia artificial sin duda nos ofrece una mano amiga en el manejo de nuestras finanzas, simplificando procesos y aportando valiosas perspectivas. Pero, no olvidemos que el toque personal, nuestro conocimiento sobre lo realmente queremos y necesitamos, sigue siendo insustituible. Aunque la AI agrega eficiencia y soporte, tener claros nuestros objetivos y comprender el entorno en el que nos movemos, es crucial para tomar decisiones acertadas. Así que, sí, debemos aprovechar al máximo la tecnología, pero siempre guiados por nuestra visión y deseos personales.
(La información se obtuvo de la EAE Business School de Barcelona).
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