Este problema mental ha aumentado en los últimos años, especialmente entre los empleados en México, según un estudio recientemente publicado.
Más de la mitad de los encuestados, tanto hombres como mujeres, admiten que los problemas económicos son la principal causa de su estrés diario, de acuerdo con el Reporte Nacional de Bienestar Financiero 2024.
Las personas que destinan más del 50% de sus ingresos al pago de deudas experimentan un estrés 15.6 veces mayor que aquellas sin adeudos.
El estrés financiero se define como un estado de ansiedad, preocupación y tensión emocional causado por problemas relacionados con la gestión del dinero y la situación económica personal o familiar; puede llegar a afectar gravemente la salud.
El estudio se basa en el análisis de 5,961 encuestas realizadas a empleados de 165 empresas, incluyendo participantes con ingresos estables. Este estudio fue una colaboración entre Great Place to Work, Amedirh, Invested, Vanguard y CFA Society México.
“El estrés financiero es una preocupación predominante entre los colaboradores de las principales empresas en México, afectando significativamente su bienestar general,” se menciona en el informe. “Tiene un impacto directo en el bienestar financiero, ya que puede influir en la capacidad de una persona para tomar decisiones racionales. Además, puede deteriorar la salud mental y física, reduciendo la productividad y la calidad de vida.”
El estrés financiero afecta principalmente a los Millennials, con un 52.4% reportando este padecimiento; esta generación, nacida entre 1981 y 1996, actualmente tiene entre 28 y 43 años.
En segundo lugar se encuentra la Generación Z, nacida entre 1997 y 2012, con un 49% de ellos enfrentando este problema. Los más jóvenes en edad laboral se preocupan principalmente por los gastos cotidianos.
Por otro lado, los Baby Boomers, nacidos entre 1946 y 1964 y que actualmente tienen entre 60 y 78 años, son los que menos sufren estrés financiero. El 74.1% afirma no experimentar un impacto significativo.
¿Qué les preocupa?
De acuerdo con el estudio, dos de cada tres empleados afirman que sus principales preocupaciones financieras son sus deudas.
“La principal preocupación financiera de los colaboradores que destinan más del 50% de sus ingresos al pago de deudas es, sin duda, el endeudamiento. En contraste, aquellos que destinan menos del 20% o no tienen deudas se preocupan principalmente por su retiro,” revela el reporte.
Las deudas pueden ser herramientas financieras útiles, pero fuera de control se convierten en una carga pesada. El estudio muestra que solo 1 de cada 10 encuestados no tiene adeudos.
Un hallazgo importante es que los adultos mayores manejan mejor los créditos. Mientras tanto, los Millennials destinan una mayor parte de sus ingresos al pago de deudas, con un 14.8% sintiendo que están fuera de control.
“El bienestar financiero se ve negativamente afectado cuando las deudas superan la capacidad de pago, generando ansiedad y limitando la capacidad de ahorro e inversión,” afirma el reporte.
Las deudas no son exclusivas de aquellos con menos ingresos. De hecho, 1 de cada 5 ejecutivos destina más del 50% de sus ingresos al pago de deudas. Este alto nivel de endeudamiento puede estar relacionado con mayores niveles de consumo y expectativas de vida, así como con una planificación financiera deficiente.
En cuanto a ahorros e inversiones, la situación es alarmante: 1 de cada 2 empleados de la Generación Z no puede cubrir un gasto inesperado mayor a 5,000 pesos. Además, 2 de cada 3 empleados de la Generación Z y Millennials tienen menos de un mes de gasto disponible para imprevistos, lo que no es ideal.
Quizás lo más revelador es que solo 3 de cada 10 empleados tienen un conocimiento claro sobre su flujo financiero, y solo 1 de cada 5 tiene objetivos financieros definidos.
¿Qué hacer frente a los problemas financieros?
El retiro es la principal preocupación financiera de quienes padecen estrés financiero, con un 49% según el Reporte Nacional de Bienestar 2024.
Seis de cada 10 empleados afirmaron que no ahorran para su jubilación, y sólo 5 de cada 100 ahorran más del 20% de sus ingresos.
Miguel González, consultor financiero de Finestra y asesor certificado en estrategias de inversión por la Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles, confirma que este es un gran problema, ya que las personas tienden a verlo como algo distante.
“Al ser tan lejano, se percibe como una preocupación superficial y se deja de lado. Sin embargo, los años pasan y muchas personas de 50 o 60 años no tienen patrimonio,” señala.
Ante la falta de políticas públicas que garanticen una jubilación adecuada, el experto sugiere iniciar un plan personal con recursos propios.
“Diversos libros de finanzas personales sugieren porcentajes de ingresos para el retiro, pero yo recomiendo establecer una cantidad con la que te sientas cómodo y que puedas ahorrar o invertir a un horizonte de 10, 15 o 20 años», explica González.
De acuerdo con el Reporte Nacional de Bienestar Financiero, solo el 29% de los hombres y el 27% de las mujeres ahorran más del 5% de sus ingresos para el retiro, un nivel insuficiente para garantizar una jubilación cómoda.
“La idea es que te acerques a un asesor financiero, inviertas a largo plazo y, aunque puedas tocar ese dinero, mantengas la visión y la disciplina para dejar que se trabaje e invierta a largo plazo, permitiéndote mantener tu calidad de vida en la jubilación,” aconseja González.
El estudio indica que la Generación Z desea trabajar 7.3 años menos que los Baby Boomers y 4.6 años menos que la Generación X. Sin embargo, solo el 35.2% de la Generación Z ahorra para su retiro. La falta de ahorro en las generaciones más jóvenes podría tener graves consecuencias a largo plazo.
Solucionando las deudas
El endeudamiento es la segunda mayor preocupación financiera, con un 39.6% de los encuestados sufriendo estrés por esta causa.
“El bienestar financiero se ve negativamente afectado cuando las deudas superan la capacidad de pago, generando ansiedad y limitando la capacidad de ahorro e inversión,” afirma el estudio.
González recomienda, como primer paso, dejar de contraer nuevas deudas. “Parece obvio, pero lo mejor es dejar de endeudarse,” señala. “A menudo, para tapar un hueco, se abre otro, creando una espiral que lleva a problemas mayores.”
Existen diferentes formas de abordar una deuda, como negociar condiciones con cada acreedor, obtener un único crédito para consolidar deudas o planificar un programa de pagos.
“A veces es complicado porque, estando tan endeudado, ninguna institución te prestará más dinero», dice.
Para salir de las deudas, sugiere una estrategia llamada “Avalancha,” que consiste en ordenar las deudas de la más cara a la más barata en términos de tasas de interés y abonar la mayoría de los recursos a la deuda más onerosa.
“Cuando termines de pagar esa deuda cara, destina el dinero que antes pagabas más la cantidad que ibas a pagar a la siguiente deuda de la lista, y así terminarás más rápido,” explica.
También recomienda evitar las “quitas” o descuentos ofrecidos por empresas de cobranza, ya que afectarán negativamente el historial crediticio.
Gastos diarios
La tercera causa del estrés financiero es “mis gastos diarios,” con un 36% de los encuestados indicando que no pueden llegar a fin de mes.
González explica que existe una división binaria: quienes no llegan porque gastan de más y quienes tienen ingresos insuficientes.
“Entre quienes gastan de más, es común excederse con la tarjeta de crédito, préstamos de nómina o gastos cotidianos,” relata. “La sugerencia es no vivir por encima de nuestras posibilidades, ya que esto genera una avalancha de deuda y un financiamiento futuro basado en lo que aún no se ha ganado.”
La principal recomendación es vivir de acuerdo con los ingresos. Esto puede ser complicado debido a la influencia de las redes sociales, donde se presumen estilos de vida que muchas veces no son viables.
González sugiere tener un presupuesto mensual de gastos, como si se tratara de una empresa. “Suena básico, pero lo mejor es presupuestar: ya sea mentalmente, con apartados o en una hoja de cálculo. Ordena y conoce bien tus gastos para evitar imprevistos o excesos,” explica.
La presión de ser cabeza de familia
Un 34.3% vive agobiado por no tener ingresos suficientes para sus dependientes económicos, especialmente los jefes de familia.
“Hay que distinguir entre necesidades y comodidades», advierte González. “Necesitas comer y vestirte, pero salir a un restaurante o comprar ropa cara puede no ser necesario en este momento.”
Los padres de familia tienen una gran responsabilidad financiera, que incluye fijar prioridades y ajustar su presupuesto.
“Si usas la tarjeta de crédito para vacaciones, podrías tener problemas con la colegiatura. Quizás no deberías haberte ido de vacaciones, al menos no a ese todo incluido,” añade.
El estrés financiero puede afectar la salud mental y física, las relaciones interpersonales y el bienestar general. Lo importante es crear estrategias para no sucumbir ante este padecimiento.
Suscríbete a nuestro Newsletter
Mantente actualizado de las últimas ediciones.