La ganadería en Jalisco cierra el 2024 enfrentando grandes desafíos que persistirán en 2025 y podrían provocar aumentos en los precios de productos cárnicos para el consumidor final, admite José Antonio Ruelas Pérez, presidente de la Unión Ganadera Regional de Jalisco (UGRJ).
El despoblamiento de ganado, impulsado por la sequía y la renta de tierras para cultivos, fue uno de los principales factores de la baja. Específicamente, la «fiebre» por la siembra de agave en 2023, junto con los cultivos de aguacates y berries, que ofrecían mayores ganancias a los productores, desalentó la engorda de animales, reconoce el directivo.
Aunque el frenesí por el agave se ha frenado tras la caída de los precios de la materia prima del tequila, la reducción de casi un 30% en el número de cabezas de ganado, que se arrastra desde hace varios meses, dificultará satisfacer la demanda actual del mercado.
El cambio climático: otro obstáculo
Además de la competencia por tierras agrícolas, la ganadería jalisciense enfrenta las consecuencias del cambio climático.
Los primeros meses de 2024 estuvieron marcados por una prolongada sequía que afectó gravemente las praderas y el suministro de agua para los animales. Durante este periodo, los ganaderos se vieron obligados a transportar agua y recurrir a forrajes costosos para alimentar a sus animales.
“El clima ha sido muy difícil de predecir. Afortunadamente, las lluvias llegaron en junio, pero el daño ya estaba hecho en muchas áreas”, lamenta Ruelas. Esta irregularidad en el clima obliga a los productores a replantear sus estrategias para 2025.
Actualmente, los bordos están llenos de agua y las praderas en buen estado, lo que es esencial para la ganadería, pero los riesgos de sequía siguen latentes, advierte.
Depreciación del peso
Además del cambio climático y la disminución de los hatos, la ganadería enfrenta presiones económicas.
La inflación y el alza del dólar, que ha impactado en los costos de insumos esenciales como el maíz y la soya para la alimentación del ganado, son factores que complican el panorama, explica el presidente de la UGRJ.
Mantener bajos los costos de producción es otro desafío, ya que los aumentos afectan la rentabilidad y desincentivan la producción de alimentos.
Esto ya se ha evidenciado en el sector del ganado lechero, que sufrió una crisis severa meses atrás. Aunque recientemente el precio del lácteo repuntó levemente, dando un respiro a los productores, actualmente “están más tranquilos”, reconoce Ruelas.
Repoblamiento y mejora genética
A pesar de los obstáculos, la Expo Ganadera de Jalisco sigue siendo un faro de esperanza para los productores.
Celebrada entre octubre y principios de noviembre, esta exposición es una de las más importantes del país y se ha consolidado como un espacio clave para la comercialización y mejora genética del ganado, así como un foro que acerca esta actividad a la población, especialmente a niños y jóvenes. «El 82% de los hatos ganaderos a nivel nacional están en Jalisco. Somos una potencia en genética, y la Expo Ganadera lo demuestra año con año», destaca Ruelas Pérez.
Gracias a la Expo, los ganaderos tienen la oportunidad de adquirir animales de calidad. A pesar de la escasez, la alta demanda de hembras para iniciar la repoblación es alentadora y da un impulso positivo a la ganadería hacia 2025, concluye Ruelas.
Suscríbete a nuestro Newsletter
Mantente actualizado de las últimas ediciones.